El enfoque del desarrollo positivo adolescente engloba distintos planteamientos teóricos que tienen en común la consideración de que el adolescentes no es un problema a resolver sino un recurso a promover, dotado de una enorme plasticidad e inmerso en una serie de contextos relacionales (familia, escuela, barrio). Cuando las interacciones que establece en estos contextos son adaptativas y saludables el adolescente desarrolla todo su potencial y florece. A pesar de ese común denominador, existen diferencias entre autores, ya que cada uno pone el énfasis en un aspecto distinto del desarrollo. Para William Damon, profesor de la Universidad de Stanford , el concepto clave es el de propósito en la vida, que es una intención estable y generalizada de conseguir algo que es significativo para el adolescente a la vez que tiene consecuencias para el mundo que le rodea. Es decir, con cierta trascendencia para superar las barreras del propio yo.
Este propósito podría incluir una filosofía de vida con cierta trascendencia, unas acciones o planes de futuro, una significatividad para el sujeto, y una inclusión de este propósito en la identidad personal. Algunas metáforas podrían servir para ilustrar este concepto, como la de un faro que actúa como guía para el adolescente; o la de una herramienta por medio de la cual el chico o la chica va a emplear sus diversos talentos e intereses en un contexto relacional. El propósito en la vida puede referirse a distintas esferas de actividad, como el logro académico, el arte, el liderazgo, la religión o el servicio a la comunidad, pero siempre conlleva un deseo de realizar una contribución significativa a la sociedad favoreciendo que el adolescente exprese y satisfaga sus intereses, fortalezas y competencias.
Por una parte le va a ayudar a conseguir una mejor adaptación a aspectos de la vida que pueden ser amenazantes y generarle estrés. De hecho los adolescentes que muestran un claro propósito vital suelen mostrar mejores estrategias para afrontar estas situaciones estresantes. Es como si ese objetivo vital les diera la energía y la fuerza necesaria para superar los retos y obstáculos que se interponen en su camino. También presentan una mejor cohesión psicológica, lo que significa que sostienen una serie de valores tales como la humildad, la integridad y la vitalidad que dan consistencia a su desarrollo moral y personal. Algunos autores incluso llegan a considerar la espiritualidad como un importante ingrediente del propósito en la vida. En cualquier caso, este objetivo dota al adolescente de una ilusión para mirar al futuro con más optimismo, algo de mucho valor en momentos como el presente.
Aunque, al igual que ocurre con la identidad personal , el propósito en la vida no se limita a la adolescencia, esta es una etapa en la que adquiere un significado especial, y en la que se asientan las bases para su posterior desarrollo y mantenimiento en la adultez. La investigación sobre esta dimensión clave del desarrollo positivo aun es muy escasa, y queda mucho por saber sobre cómo se puede promover este propósito de forma que facilite el desarrollo y florecimiento adolescente. Es necesario conocer los medios mediante los cuales se puede enseñar y fomentar tanto en contextos formales como informales. No obstante, ya existen datos que indican que los jóvenes que muestran altos niveles de propósito vital disponen en entornos familiares caracterizados por un fuerte apoyo, adultos que actúan como mentores y ofrecen modelos positivos, escuelas que promueven el empoderamiento y estimulan la autonomía, y la posibilidad de implicarse en actividades extraescolares durante su tiempo libre.
Revista Educación
Sus últimos artículos
-
Las redes sociales como riesgo y oportunidad para el desarrollo adolescente
-
Creatividad y vulnerabilidad al like. o donde dije digo….
-
La vida transcurre entre los 10 y los 25 años o la plasticidad del cerebro adolescente
-
Malestar psicológico y creatividad: de las experiencias infantiles adversas a la originalidad innovadora