Este octubre el Proyecto 333 cumple su tercer aniversario: 3 años con menos prendas y más estilo, con menos estrés y más orden. Esta semana me prepararé nuevamente para una nueva estación: la temporada otoño (primavera) 2013 está a punto de empezar. Y tengo muchas razones por seguir con este proyecto, 33 prendas a la vez.
Me obliga a revisar regularmente lo que tengo
Cada tres meses vacío mi armario por completo, abro las cajas guardadas y reviso toda la ropa que tengo para escoger los 33 prendas para las siguiente 3 meses. Algunas prendas las re-descubro después de haberlas guardadas hace casi un año. Otras prendas serán descartadas porque no me quedan, no me gustan o simplemente no van con mi estilo actual. La revisión del armario no solo ayuda a tomar conciencia de lo que tengo. También me ayuda a definir hacia donde quiero ir: la decisión consciente de la ropa que escogeré me apoya en mis desarrollo personal y profesional.
Me facilita mucho las mañanas
Lo reconozco: no siempre guardo la ropa tan ordenada como debería: tengo perchas para las 33 prendas y sin embargo mucha ropa acaba por debajo de las perchas. Lo bueno es que no importa: aunque toda mi ropa acabe en montañita, sigo sabiendo exactamente lo que tengo. 33 prendas no son suficiente como para olvidarse de lo que hay ni se pueden esconder. De esta forma que las mañanas son mucho más relajadas que pre-P333. Sé lo que tengo, escojo lo que es más adecuado para el día de hoy y listo. Los dramas del “Qué me pongo” se acabaron una vez por todas.
Soy más consciente a la hora de hacer compras
Cuándo necesito una nueva prenda, sé de antemano lo que necesito. Ya me he decidido por un color y por un estilo. Al fin y al cabo tiene que combinar con las demás 32 prendas en mi armario. Practico el entra uno – sale uno, así que por cada prenda nueva, una vieja se jubilará. Así que lo nuevo tiene que ser como mínimo igual de bueno.
No significa que no me guste acompañar a mis amigas a buscar aquellos zapatos perfectos. Disfruto de estas salidas como de una visita al museo. Puedo apreciar lo bonito sin tener que comprarlo de inmediato.
Puedo viajar con equipaje de mano… y hacer la maleta en 3 minutos
Mis 33 prendas caben en una maleta. En caso de emergencia podría simplemente llevarlo todo. En la vida real eso significa que realmente me puedo concentrar en lo que utilizaré y me evito llevar peso superfluo conmigo. Por norma general, viajo tan solo con equipaje de mano, reduciendo el tiempo en el aeropuerto y el estrés de los viajes.
Así que volveré a meterme en mi armario para encontrar mi solución perfecta a la climatología otoñal (y las diferencias entre España y Alemania), uniendo estilo y pragmatismo. ¿Te unirás a esta temporada?
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