Revista Maternidad
La semana pasada le pidieron a mi hijo Sergio que hiciera un trabajo de ciencias. Cuando llego a casa vino ilusionado por empezarlo. El proyecto consistía en buscar un animal o insecto. Describir sus características físicas, investigar sobre el y registrar su apariencia con fotografía o dibujo.
Enseguida convenció a su padre para que le acompañara a ir a apresar algún animal. En su cacería encontraron unas libélulas. Usando una bolsa de plástico y una rama de un arbusto hicieron una ingeniosa red para capturar una.
Aquí esta el orgulloso cazador mostrando su captura.
Hasta aquí todo fue muy bien. El problema empezó cuando quiso hacer un PowerPoint para presentar su trabajo. Para empezar nunca ha usado este programa y no sabe usarlo. Así que lo convencí que no era una buena idea ya que poco podría hacer el solo y habría muchas dudas de si lo hubiéramos hecho su padre o yo. Luego quiso realizarlo todo en el ordenador usando algunas frases copiadas y pegadas de Wikipedia. A lo que le dije que no era correcto copiar y pegar trabajos de otros y que debería hacer el trabajo usando sus propias palabras. Así demostraría lo que había aprendido y que lo había elaborado él. No muy convencido elaboro un, en mi opinión, buen trabajo.
Al día siguiente entrego su proyecto y llegaron los problemas grandes para mi.
“¡Mamá! Casi todos mis compañeros han hecho PowerPoint o han hecho todo el trabajo en el ordenador. Y hasta algunos lo han copiado de internet y no ha pasado NADA.”
¡Uff! ¿Lo hice mal? ¿Debí dejarlo hacerlo usando las nuevas tecnologías? ¿Pero no es más importante saber hacer un trabajo de investigación y luego usar el medio que más te guste para presentarlo? ¿Realmente así se hacen las cosas ahora?
Afortunadamente este es el comentario que le hizo su profesora en el trabajo. Buen trabajo Sergio, Esto es exactamente lo que yo queria. Un trabajo claro y basado en los hechos.
El llego a casa radiando felicidad y mostrando su trabajo. Tan orgulloso esta de él que lo ha colgado en un lugar de honor en su habitación.
¡Feliz fin de semana!
Rebecca