De este pueblo abandonado por la construcción del pantano en 1.997 sobre el río Salado hay un excelente reportaje, fotografiado y muy bien documentado, de Faustino Calderón. Poco más se puede añadir (gracias en nombre de los serranos).
Quizás preguntar por las razones que llevaron a políticos y técnicos de la época a decidir la construcción del embalse en este lugar, que provocó la desaparición del pueblo ya que ocupa el casco urbano y toda la vega (280 Has). Porque se ha de saber que:
- Las aguas del río Salado están cargadas de sal (cloruro sódico), por lo que no son aptas para consumo y poco adecuadas para el riego (su uso actual). Las salinas de su cuenca hidrográfica, (Imón, Riendas y Olmeda de Jadraque; lo contaremos otro dia), así lo indican.
- La recogida de aguas de esta cuenca es escasa, como demuestra que nunca se haya llenado (su capacidad es solo 35 Hms).
- Su valle es una joya de la naturaleza y así lo reconoce la Junta de Castilla La Mancha que lo dota de protección.
Cortesía foro embalses.net
Podemos decir que, según recoge Adel Sierra Norte, la archivera de Sigüenza, Amparo Donderiz fue comisionada en 1.998 para trasladar la documentación del pueblo; así lo hizo con los chicos de una escuela. Ya solo quedaban en pie algunas casas y la iglesia, trasladada piedra a piedra a la capital (algunos dicen que mantiene vivo el pueblo; nosotros no lo compartimos).
Un camino de tierra sale de la presa y lleva a la parte del pueblo que no está inundado; la ermita con marcas de hasta donde llega el agua es testigo de cuanto decimos. Por eso, por su sencillez y belleza, merece la pena una visita.
Lar-ami
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