Este legendario puente sobre el río Jarama debe su nombre a que su suelo estaba formado por dos trillos soportados por vigas de madera. Su origen se pierde en la Edad Media, pero su leyenda es reciente.
Cuando Matallana fue abandonado en 1972, también lo fue el puente, que se deterioró con rapidez aunque conservó la estructura. Ciclistas y paseantes temerarios lo cruzaban, mientras el puente se movía y las tablas se rompían a su paso, como si de una gesta se tratara.
Afortunadamente y hasta que fue desmantelado, no hubo accidentes serios (por la altura del puente pudo haberlos). Pero quedó la leyenda. Hoy se conserva, con su estructura de madera tal como estaba, bajo el puente moderno que le sustituyó en 2.009.Estaba ubicado a unos cuarenta metros de la situación actual, como indican el pilar de mampostería de pizarra de la margen derecha y el soporte de la orilla contraria sobre los que se apoyaba. Un puente sencillo, rústico para peatones y caballerías. No se recuerda que tuviera barandillas y estuvo en buen estado mientras fue útil, mantenido por los vecinos.
Lar-ami
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