Revista Opinión
Porque hubo una amalgama de ideas y reivindicaciones. Porque se protestó contra los recortes sociales en sanidad y educación. Porque la crisis la están pagando aquellos que ya tienen la soga al cuello. Porque se rechazaron las ayudas millonarias a la banca y a las cajas de ahorros. Porque se protestó contra el botín de los paraísos fiscales… En fin, muchas ideas, muchos colectivos afectados pero unidos en un frente pacífico común, debatiendo de igual a igual, con unas manos obreras pidiendo lo que para ellos, lo que para mí, es justo. Unidos por un cambio global que convierta a España, a Europa y al mundo bajo unas normas y premisas ecuánimes.Porque la gestión de la crisis no puede seguir por este camino. Porque es ahora cuando en la toma de decisiones tienen que surgir los grandes héroes. Los que se rebelan contra los poderosos. Los que emplean una política en busca de la equidad social. La política y la democracia son hermanas gemelas.Se tienen que articular mecanismos para que una mera especulación no se pueda convertir en una nefasta realidad. No puede ser viable que las agencias, que, en teoría, supervisan el estado de las finanzas de los países, se conviertan en los asesores financieros de los mercados. No es posible que el Banco de España se lave las manos en sus funciones como garante del sistema financiero español. No es posible que las cajas que están en banca rota, tenga el capital líquido disponible para las indemnizaciones millonarias para sus estafadores. Porque si a pie de calle se denuncia un caso de fraude o engaño y se comprueba su veracidad, los culpables son juzgados y en su caso condenados. ¿Por qué la banca cuenta con el beneplácito para salir indemne? ¿Quién les ha otorgado este privilegio? ¿No ratifica la constitución que sí ha votado el pueblo español la igualdad de todos sus ciudadanos ante la ley?