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El punto de partida de toda cerveza es l

Por Celiaganzano @Cocinista

El punto de partida de toda cerveza es lo que se denomina, al igual que en el mundo del vino, un mosto. Se trata de una “sopa” de azúcares extraídos de uno o varios cereales que si se prueba tiene un sabor indiscutiblemente dulce. La fermentación del mosto que se produce gracias a la acción de levaduras consiste en la transformación de esos azúcares en distintos subproductos entre los que destacan el CO2 y el alcohol. El CO2 en su mayoría se disipa en la atmósfera y queda el alcohol que tiene una densidad relativamente baja. Si comparamos un mosto con el producto final, la cerveza, veremos que esta es bastante menos densa y que la variación de densidad es proporcional al volumen de azúcares consumidos y alcohol generado. Es decir, que si pudiéramos determinar con un aparato la variación de densidad, podríamos estimar la graduación alcohólica de la cerveza.
Este aparato existe, se llama hidrómetro o densímetro y para fortuna de los amantes de hacer cerveza, los hay de muchos tipos y muy económicos (ver parte izda de la foto). Es simplemente un “flotador” de cristal con una escala. El líquido de referencia es el el agua que tiene, por definición una densidad de 1.000. Los líquidos más espesos hacen que el densímetro se hunda menos y muestre en su escala densidades superiores (en la foto dela derecha apreciamos una lectura cercana a 1.050). Las densidades del mosto original y la de la cerveza se pueden medir y llevar a una fórmula que nos da la graduación alcohólica de la cerveza.
Si quieres entender mejor este aspecto de la elaboración de la cerveza, visita nuestra página dedicada a los densímetros. http://ow.ly/Cadl30lEAaM http://ow.ly/i/I1q6I


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