
DE NÁUFRAGOS A CREADORES DEL FUTURO
Hemos estado educando a nuestros hijos y alumnos como náufragos que intentan sobrevivir en el futuro, hablándoles de ocupar un puesto seguro en la sociedad. Esto no es creer en ellos y en sus potenciales, es soterrar su propio poder creador, menguando a las personas a las que precisamente pretendemos ayudar. Necesitamos una educación que haga crecer y no menguar, que les haga sentir a los niños y adolescentes creadores de su propio futuro, creadores de una nueva humanidad.
EL PATERNALISMO, DESENCADENANTE DE LA SOMBRA
El abrazo del paternalismo ahoga a la persona al sembrar en ella la necesidad de contentar al ser querido que le "protege". De esta forma, se aprende a renunciar a ser uno mismo y se va construyendo la sombra de lo que no aceptamos en nosotros.

HACERSE PEQUEÑO PARA RECONOCER NUESTRA GRANDEZA
Las limitaciones del ser humano hablan de la grandeza de su alma, pues ésta renuncia a su poder para hacer del amor compasión. En el maravillosos juego de acoger a alguien en nuestro corazón, uno se vuelve niño para desvelar en el otro la madre que todos llevamos dentro y, así, juntos sentir la danza inacabada de la vida.
