La información aquí contenida va dirigida a profesionales de la salud ¿Es usted un profesional de la salud? Sí o No.
Con el sí pasas con el No te quedas.
A decir verdad esa etapa de pregunta, acción del visitante y respuesta duró bastante y dió estabilidad al modus operandi del sector. Con la pregunta se cumplía la premisa principal: lo que no se puede hacer offline no se hace online. Y así la Red iba creciendo y se iban subiendo los buenos, los malos, los no tan buenos y los no tan malos. Llegó un momento, como en muchas otras cosas, que cada Comunidad Autónoma quiso ser protagonista y decidió como ponía las puertas al campo de Internet, que si grandes, pequeñas, altas, bajas... y a mí me tocó cumplir con lo que decía Catalunya (ni mejor, ni peor, lo que me tocaba por trabajar en un laboratorio farmacéutico con sede en Badalona). Entonces, nos instaron a poner en todos los contenidos de salud dirigidos a profesionales una espléndida advertencia:
"La información que figura en la página web está dirigida exclusivamente al profesional sanitario facultado para prescribir o dispensar medicamentos, por lo que se requiere una formación especializada para su correcta interpretación."
Parecía que la cosa iba bien, la advertencia era evidente y clara y se usaban zonas de acceso restringido cuando la ocasión lo requería (formación, promoción, videoconferencias, etc.). Conforme pasaban los años cada vez más gente y más contenidos circulaban por Internet y cada vez más y más información hacía realidad la temida infoxicación.
A partir del 2008 llegaron los medios sociales, ese espacio en el que personas, marcas y empresas pueden conversar y compartir opiniones y... llegó el miedo!!! El artículo 8 del Código de buenas prácticas (pág 13) de Farmaindustria, que llevaba años allí, siguió estando pero en Enero de 2014 creció y creció con muchas normas complementarias. Normas que repiten una y otra vez lo conocido y lo desconocido que está por venir, ya que, eso sí que lo dice, estamos en un entorno cambiante.
Fragmento de las normas complementarias del
artículo 8 del Código de Buenas Prácticas de la
Industria Farmacéutica(Edición Junio de 2014)
Releía artículos como el de @CarmenCasadoS en 2012: "Redes sociales en la Industria Farmacéutica, aspectos legales a tener en cuenta" y sigo pensando que la solución pasa por la diferenciación clara e inequívoca que deben tener los contenidos de salud: información o promoción. Ésa es la barrera, esa es la linea roja, ese es el punto en el que debemos decidir si exigimos usuario y contraseña o si seguimos advirtiendo que la información está dirigida a profesionales de la salud y es INFORMACIÓN de salud confiable. Ahí debemos llegar, ahí debemos estar, esa es la transparencia que exigimos y la que debemos practicar. Escondernos y encerrarnos en espacios restringidos con usuario y contraseña "PARA TODO", tiene más inconvenientes que ventajas:
- Los espacios de acceso restringido nos hacen perder la transparencia que es la base de la credibilidad.
- Si las farmas se ven obligadas a "ocultar" sus contenidos de salud dirigidos a profesionales, debemos recordar que por la Red hay mucha, mucha información de salud de muy dudosa confianza. Quizás entre todos, le demos más protagonismo del necesario.
- Nos dan miedo las notas de prensa y los botones de los medios sociales que facilitan compartir información en un vademecum (recordemos que la Agencia Española del medicamento tiene accesibles todas las fichas técnicas y prospectos de los medicamentos comercializados en España). Y yo me pregunto, tanto cambia el copiar y pegar una URL en nuestros perfiles sociales?
De verdad, las leyes son para cumplirlas, las normas para aplicarlas pero irse a los extremos no acostumbra a dar los mejores resultados. El paso del tiempo dirá donde debimos posicionarnos, y estoy convencida que volverán a oírse, otra vez con fuerza, opiniones que dirán: ahí está, la industria farmacéutica, armada con claves de acceso que nos ocultan lo que hacen con los profesionales de la salud!!!! Mira, mira y ves tú a saber que hacen!
Y sí, si siguen apretando a la industria farmacéutica, al final, conseguirán ahogarla!