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El quimérico inquilino (Le locataire, Roman Polanski, 1976)

Publicado el 22 mayo 2013 por Juanjo85

El quimérico inquilino (Le locataire, Roman Polanski, 1976)
Definición de locuraEl quimérico inquilino (Le locataire, Roman Polanski, 1976)
Espeluznante, sutil (por la ambigüedad con la que juega a veces) y definitivamente brillante coqueteo de Polanski con el thriller de terror (o psicológico, que queda más cool), mezclado con algo de comedia negra, retornando a universos ya más o menos explorados anteriormente en la (ni fu ni fa…) Repulsión (Repulsion, 1965) y la excelente - y todavía para muchos su mejor trabajo hasta la fecha- La semilla del diablo (Rosemary’s baby, 1968), conformando su, por algunos críticos, llamada “trilogía de apartamentos” con esta propuesta que no hizo más que, a día de hoy (quizás no en su momento) aumentar el prestigio (ya recuperado con su noirChinatown dos años antes) del mejor cineasta no norteamericano ni tampoco afincado en Hollywood de las tres o cuatro últimas décadas.El quimérico inquilino (Le locataire, Roman Polanski, 1976)
Supone un claustrofóbico descenso a los infiernos de la locura narrado con gran pericia y habilidad, protagonizado por el mismo Polanski (el personaje central, y que no es un mal actor en absoluto) e Isabelle Adjani (la otra protagonista de Diabólicas, junto a Sharon Stone) sobre un hombre que ocupa un apartamento parisino, anteriormente ocupado por una mujer que se suicidó, y al que se le va la olla allí. Destaca sobre todo por crear esa intriga y tensión en un espacio tan cerrado, de ahí que se la compare con sus dos anteriores trabajos de los 60, mencionados más arriba.El quimérico inquilino (Le locataire, Roman Polanski, 1976)
Va introduciendo al espectador en la locura del personaje- que llega incluso a travestirse: a tal creencia de que él es la chica que se suicidó llega, y suavizando el shock que provocaría Brian de Palma con Vestida para matar (Dressed to kill, 1980) con un ritmo sosegado, sin pausa pero sin prisa, pero sin duda lo consigue, creando un desasosegante efecto el cual no se acabará hasta los títulos finales, convirtiendo al propio apartamento, con sus sombras y/o siluetas y ventanas, en el protagonista absoluto de la historia y haciendo partícipe a la audiencia de las propias alucinaciones del personaje. Cuanto más tiempo pasa en el apartamento, más aislado y alejado de la sociedad está.El quimérico inquilino (Le locataire, Roman Polanski, 1976)
Dudo mucho que Polanski hubiera podido realizar este trabajo (debido a la naturaleza de alguno de sus contenidos) en Norteamérica, de ahí que el film tenga producción europea (francesa) y tenga ese aire art-house europeo (aunque con algún exceso). Te atrapa desde el inicio, además de describir muy bien a los personajes, algo de lo que palidece la mayoría del cine norteamericano (ya sé que no es americana, pero es lo que la gran mayoría mayormente vemos) actual. El personaje de Polanski es inteligente y educado, aunque también un ser tímido, retraído, que haría lo que fuera por evitar problemas con cualquiera, resultando una crítica a la sociedad (el resto de vecinos) los cuales no dejan hacer nada al personaje sin que alguno de ellos se queje, alienándolo.El quimérico inquilino (Le locataire, Roman Polanski, 1976)
Un cuarto de siglo después, Álex de la Iglesia (El día de la bestia) estrenaría su La comunidad (2000) que viene a ser una especie de homenaje cañí de este film de Polanski, aunque con más risas. Además, en otro, fútil por otra parte, ejercicio de comparación con algún film diferente aunque contemporáneo de éste, podríamos compararla con El hombre de mimbre (The wicker man, Robin Hardy, 1973) pequeño y curioso film británico rehecho en 2006 con Nicolas Cage como protagonista, en el cual se produce el mismo efecto paranoide que tiene Polanski: todos los demás personajes del relato saben algo que el protagonista desconoce.El quimérico inquilino (Le locataire, Roman Polanski, 1976)
Quizás no lo ideal para iniciarse en el universo Polanski (como sí lo puede ser El pianista, por ejemplo). Aún así, su visionado no debería pasarse por alto.

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