Revista Ciencia

El Quinto Elemento: Átomos solares ligeramente grasos

Publicado el 16 febrero 2010 por Alf
Carátula de El Quinto Elemento

Como los dos últimos envíos han sido bastante extensos, el de hoy va a ser algo más corto, ligero, y casi podría decirse que innecesario, pues muy poca gente podría tomarse en serio la frase que voy a comentar. Me estoy refiriendo a una escena de la película El Quinto Elemento, en la que están reconstruyendo un cuerpo alienígena (que finalmente resulta ser Milla Jovovich), y uno de los científicos dice que están utilizando «átomos solares ligeramente grasos».

¿Por dónde empezar? En varias ocasiones he comentado que las estrellas son enormes bolas de plasma, formadas sobre todo por hidrógeno, que se va transformando en helio mediante reacciones nucleares de fusión. Pueden contener algún que otro elemento, producto también de dichas reacciones o que ya estaban presentes en la nube de polvo original que formó la estrella (aunque en última instancia, todo elemento químico diferente del hidrógeno se originó en algún momento en el interior de una estrella). En el caso concreto de nuestro Sol, la composición es de un 73,46% de hidrógeno, un 24,85% de helio y un 1,69% de otros elementos, entre los que podemos destacar el oxígeno (0,77%) y el carbono (0,29%). Por tanto, un «átomo solar» no es más que ión (recordad que el plasma es gas ionizado) de hidrógeno o helio.

Y ¿qué es una grasa? Bueno, las grasas son unos tipos de lípidos denominados acilglicéridos, aunque a veces se emplea de forma coloquial para referirse a cualquier lípido en general.

En el colegio nos enseñaron un poco de química orgánica, y entre ella, el concepto de grasa. Si os acordáis, la química orgánica estudiaba las moléculas formadas por cadenas de carbono. Nos decían que un átomo de carbono tiene 4 enlaces, que podían usarse para unirse a otros átomos (bien de carbono, bien de otros elementos, como el hidrógeno), y el profesor pintaba bonitas cadenas de letras unidas por rayas. Lo primero que nos enseñaban eran moléculas formadas únicamente por átomos de carbono e hidrógeno y que se denominan alcanos. Nos contaban también que los nombres de las moléculas tenían una nomenclatura, donde el prefijo indicaba el número de átomos de carbono. Así, teníamos el metano (1 C), el etano (2 C), el propano (3 C), el butano (4 C), y a partir del pentano (5 C) ya usábamos los prefijos griegos de toda la vida (y que aprendimos en geometría).

Normalmente, tras esta introducción, nos enseñaban que si sustituíamos uno o más hidrógenos de un alcano, por grupos hidroxilo (OH-, un átomo de hidógeno unido a uno de oxígeno al que el queda un enlace libre), obteníamos un alcohol. Estas moléculas seguían una nomenclatura muy similar a los alcanos, y así aprendimos lo que era el metanol, el etanol (aunque muchos ya supieran de él de forma experimental), el propanol, etc. Hay un alcohol que debemos destacar: el propanotriol, también llamado glicerol o glicerina, que es un alcohol de 3 carbonos (propa-) y tres grupos OH (-tri-ol).

Vamos a saltarnos los pasos intermedios con los que se nos introducía en la química orgánica, para llegar a los ácidos grasos. Un ácido graso es una cadena como las de los alcanos, pero en la que en uno de sus extremos hay un grupo carboxilo. ¿Y esto qué es? Pues es un grupo funcional formado por un átomo de carbono unido a uno de oxígeno (mediante un enlace doble), y a un grupo OH.

Y con esto ya llegamos a las grasas. Si a una molécula de glicerol le «enganchamos» uno o más ácidos grasos, tenemos una grasa. El enlace se produce en los grupos OH de cada molécula, de forma que queda un único oxígeno haciendo de «puente» entre ambas, y los dos átomos de hidrógeno y el de oxígeno sobrantes, forman una molécula de agua (H2O, como imagino todos sabréis). Como la molécula de glicerol tiene tres grupos OH, se pueden enlazar uno, dos o tres ácidos grasos, y así tenemos tres tipos de acilglicéridos diferentes: monoacilglicéridos, diacilglicéridos y trialcilglicéridos (también conocidos como triglicéridos).

Tras este repaso, volvamos a la peli. ¿Qué es un átomo solar ligeramente graso? Pues sólo se me ocurre que sea algo así como un ión de hidrógeno o helio, unido a una grasa. Fijáos que «ligeramente graso» es un calificativo de «átomo solar», por lo que lo importante es el átomo de hidrógeno o de helio, y el resto de la molécula de grasa sería como un complemento (molécula que tiene varios átomos de hidrógeno). La expresión tiene tan poco sentido como hablar de una «silla amueblada».

Y sí, ya sé que es más que posible que los guionistas supieran que estaban diciendo una enorme chorrada, y lo hicieran a propósito por motivos humorísticos, pero ¿a que es divertido recordar un poco la química orgánica?


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