El largo (y duro) viaje de Homeland
El otoño es la mejor época para los que nos consideramos seriemaniacos o afines a las series. Hay mucha variedad: series que empiezan, series que continúan con sus temporadas y todos llegamos a esta estación del año un poco ansiosos por el "parón" veraniego. Todo el mundo debe sacar tiempo de debajo de las piedras para llevar al día su serie. Eso parece una cosa de hace cuatro días, pero no. En 2011, los que estábamos al pie del cañón, también teníamos que seguir, por ejemplo, el estreno de la cuarta temporada de Fringe, la ansiosamente esperada segunda temporada de The Walking Dead o el (flojo) estreno de Person Of Interest, el (gran) piloto de American Horror Story (esa casa...) o el primer episodio de la gran, y de la que quiero hablaros, Homeland.
Homeland empezó muy fuerte. Mucho. La primera temporada fue espectacular. Fue un gran thriller que trató muy bien el tema del terrorismo, de las infiltraciones, las traiciones y el doble juego, mezclándolo con un gran drama familiar, para mí, la interacción que la hizo triunfar. Estuvo tan bien que destronó a Mad Men cómo a mejor serie de drama durante cuatro años consecutivos premiado por los Emmy. Sin embargo, cuesta mucho mantener el nivel, a menudo por exigencias del guion, por querer alargar (o estar obligado a hacerlo) las tramas y pasas de ser un "must" a una serie buena más. La segunda y la tercera temporada de Homeland fueron buenas, pero nunca llegaron al nivel de la primera. La serie fue a remolque durante la segunda y la tercera temporada, pero supieron terminarlo bien. Yo era de los que creía que no hacía falta hacer más temporadas. Homeland, lo que era y fue Homeland, se tenía que terminar y lo digo así, sin querer entrar en spoilers.
A pesar de eso, y cómo es normal, si eres una serie con grandes datos de audiencia debes continuar. Homeland supo reinventarse, de una forma muy inteligente, pero dejando atrás los elementos que la hicieron tan grande en su momento. En su cuarta temporada Homeland se convirtió en una serie de acción. Una muy buena serie de acción. Muchos, de hecho, la comparan con la 24 de Jack Bauer. Aunque los que fuimos fieles a la serie desde sus inicios, no nos parecía que estuviéramos mirando la serie que nos hizo vibrar (de otra forma) en sus primeras temporadas.
Después de una buena cuarta temporada, mal terminada, Homeland ( Carrie Matheson) se traslada a Alemania. Llegamos a un punto de inflexión en el que Carrie debe lidiar con un peligro mucho más cercano y en una situación en la que aún no la habíamos visto, como ya avanzó la protagonista en unas declaraciones que recogió el diario El País. Este nuevo escenario, mucho más centrado en el personaje de Carrie puede darnos grandes momentos televisivos, como la interpretación que nos regaló en el 5×03, que es de Emmy inmediato. Homeland a lo mejor ha dejado de ser la serie que fue en sus inicios, pero Claire Danes es el pilar en todo momento y, además, se sale. Sus interpretaciones hacen de Homeland (en todas sus vertientes) una producción de visionado obligatorio.