Puesto porJCP on Nov 19, 2013 in Política
El régimen monárquico de la corrupción no cumple,lógicamente, ni con la constitución que le impuso a la sociedad española. Incluyeron un articulo, el art.14, por el cual se suponía la igualdad de todos ante la Ley.
Artículo 14 de la Constitución:
Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquiera otra condición o circunstancia personal o social.
Sin embargo, una instrucción interna de “obligado cumplimiento” dictada por el comisario del distrito de Arganzuela indica a los policías que, cuando <<cualquier autoridad política, diplomática o institucional –ya sea española o extranjera que acuda en calidad de denunciante o denunciada–, se presente a estas instalaciones, el funcionario de turno deberá dar aviso y comunicar su presencia al jefe de la dependencia por el conducto reglamentario>>.
Pero el punto más controvertido de la orden, fechada el 24 de septiembre pasado, es lo que viene a continuación. «Si cualquiera de estas personalidades se encontraran involucradas en una infracción penal, los agentes deberán abstenerse de actuar, es decir, practicar detenciones, informarles acerca de sus derechos, o realizar la más mínima gestión correspondiente, hasta que reciban las instrucciones de un superior».
Las razones de la instrucción interna nadie las conoce pero la polícia no actua libremente. Lo que sí se ha sabido es el malestar que ha levantado entre los agentes de la zona «La ley es igual para todos y los funcionarios conocemos el Código Penal, sabemos cómo tenemos que actuar en cada momento y qué hacer para cumplir la normativa. Esto no tiene sentido», critican algunos funcionarios del distrito.
Por tanto, alguien ha ordenado que con independencia de la existencia de una constitución que ellos se han dado y no el “pueblo español”, en función de quién se trate, hay que actuar de una forma o de otra. Es decir, se pasan sus impuestas leyes por el arco del triunfo.
La instrucción, realizada por el inspector jefe, jefe de los Servicios Operativos, y firmada por el comisario, va dirigida a los jefes de Sección y de grupo de la Policía Judicial y Seguridad Ciudadana, «para su conocimimiento y difusión, especialmente, a la ODAC, la Oficina de Denuncias».
Así que, la Policía sólo podrá emplearse con firmeza contra la sociedad civil y no contra la casta corrupta que parece, aunque no sea cierto, imposible de sacar de su enrocamiento.