“¡Llamo a TODOS a dedicar la semana del 4 de julio a copar sin violencia alcaldías y oficinas locales de senadores. ¡LEVÁNTENSE!”.
A través del tweet que publicó antes de ayer, Michael Moore convocó a resistir la reforma del sistema de salud que el Senado de los Estados Unidos tratará en el transcurso del mes próximo, y cuya aprobación –pronostican en la Oficina de Presupuesto del Congreso– aumentará la cantidad de ciudadanos sin asistencia médica a 22 millones en 2026. De esta manera, el documentalista nacido y criado en Flint, Michigan, busca emular la movilización popular de enero en repudio a la asunción presidencial de Donald Trump.
El mismo miércoles, el Washington Post replicó en esta nota el tweet en cuestión. De los lectores que la comentaron (son 125 intervenciones en total), una buena parte consideró que Moore atenta contra la paz social y reclamó su detención; también exigió respeto por el gobierno elegido democráticamente. Una porción algo menor recalcó que el documentalista usó la expresión “sin violencia”, y en cambio pidió juicio político para Trump. Por lo visto también existe una grieta profunda en EE.UU.
En esta carta abierta que publicó un par de meses atrás en su sitio web, Moore anunció el unipersonal que estrenará en Broadway el 28 de julio próximo, y de paso reiteró su propuesta de combatir a Donald “en cuatro frentes”: 1) con acciones ciudadanas masivas; 2) apoyando a candidatos opositores competitivos; 3) neutralizando medidas de gobierno con presentaciones judiciales; y –su “favorito”– 4) conformando un “Ejército de Artistas Satíricos” convencidos de que el humor conseguirá derrotar al Primer Mandatario “simplemente porque su piel espantosamente finita no puede tolerarlo”.
Evidentemente, la convocatoria para la semana conmemorativa de la independencia estadounidense se inscribe en el primer punto de la estrategia y la presentación de Las condiciones de mi rendición en el Teatro Belasco, en el cuarto. En la entrevista que le concedió a Scott Meslow de GQ, Moore chicaneó con la eventual articulación de ambos frentes cuando sugirió: “Después de cada función podríamos improvisar alguna excursión a lugares cercanos”, en alusión a la Trump Tower situada a escasas cuadras del espacio de la Schubert Organization.
A juzgar por otros tweets además del aquí traducido, el miércoles Michael dejó de mirar por un rato a Donald para concentrarse en los senadores que dilatan la discusión parlamentaria de la reforma del sistema de salud. Detrás de esa digresión momentánea, asomó el autor de Sicko y demás películas anteriores a la declaración de guerra contra el magnate devenido Presidente.