La última semana hablamos de la sanción y promulgación de la ley de abdicación del rey Juan Carlos y de la imposición del fajín de Capitán General de las Fuerzas Armadas al nuevo monarca Felipe VI. Esta semana hablaremos de los actos que siguieron a estos ya analizados.
Después de la imposición del fajín de Capitán General de las Fuerzas Armadas, la nueva Familia Real salió en coche hacia el Congreso de los Diputados. Cabe decir que la Familia Real está compuesta por los Reyes de España, sus hijas, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, y el Rey Don Juan Carlos y la Reina Sofía. Por tanto, las Infantas Elena y Cristina pasan a ser familia del rey y dejan de ser familia Real.
A partir de este momento, el Rey y su hija Leonor, la Princesa de Asturias, no pueden viajar en el mismo medio de transporte, para asegurar la monarquía española.
La Familia Real, a excepción de Don Juan Carlos, entró por la puerta principal del Congreso de los Diputados, engalanada con el escudo del Estado, no sin antes escuchar de manera solemne el himno nacional en su versión larga y las 21 salvas. Recibidos por el Presidente del Gobierno y en segunda línea por los del Congreso y del Senado.
El interior del hemiciclo sufrió una verdadera transformación; en la tribuna se colocaron dos sillones para los nuevos reyes, a su derecha los representantes de la soberanía nacional, como los presidentes de las cámaras y la criticada colocación del Jefe del Ejecutivo, pues muchos expertos en protocolo piensan que éste debería estar en su escaño puesto que se encuentran en la sede del poder legislativo y no en la del ejecutivo. Particularmente, opino que el Presidente del Gobierno tenía que estar ubicado en la tribuna ya que en esta estaban representados todos los poderes del Estado, por tanto parece lógico que esté la persona más importante de la Nación después del Jefe del Estado. A la izquierda de los Reyes, sus hijas. En las gradas presidentes de Comunidades Autónomas, la Reina Sofía, la Infanta Elena, hermanos de Don Juan Carlos, los herederos de la Corona griega y la familia de Doña Letizia.
El discurso de Felipe VI duró alrededor de 20 minutos, y en él no se olvidó mencionar los temas de actualidad, además de agradecer el apoyo a su esposa, la educación de sus hijas y las muestras de afecto hacia sus primogénitos. Delante de él presidían la corona símbolo de la monarquía española y el cetro, obviando cualquier símbolo religioso.
La semana que viene seguiremos analizando los actos de proclamación del recién estrenado Felipe VI.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure