El Reino de la Noche. William Hope Hodgson
"Eso es el Amor, que tu espíritu viva en santidad natural con el Amado, y vuestros cuerpos sean un goce suave y natural que nunca perderá su misterio amoroso... Y que no exista la vergüenza, y que todas las cosas sean lo más y limpias, por efecto de una inmensa comprensión; y que el Hombre sea un Héroe y un Niño ante la Mujer; y que la mujer sea una Luz Santa del Espíritu, y una Compañera Completa, y al mismo tiempo alegre Posesión para el hombre... Y esto es el Amor humano..."
No es ningún secreto que me gusta el terror, el bueno, acercarme a lo gótico de mundos descritos en el pasado y tal vez ambientados en un futuro oscuro. Por eso me atrajo este libro: por la cubierta, la trama, la mención a Lovecraft... tenía que leerlo. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El Reino de la Noche.
Ambientado, al menos en sus primeras páginas, en el siglo XVII, en la novela conocemos a un joven enamorado: presa de ese amor que se describe siempre como verdadero. sin embargo, su enamorada, Lady Mirdath fallece al dar a luz y el joven queda desolado por la pérdida. En su dolor ve un mundo del futuro, en el que no hay sol y todo es oscuridad. Un mundo en el que apenas hay humanos, y los existentes se refugian en una pirámide existente en este Reino de la Noche. Será en este mundo en el que el joven emprenderá su viaje en busca de Mirdath, y este viaje se convertirá en una verdadera odisea hacia otra pirámide.
Con un estilo de romanticismo tal vez ya pasado de moda, incluso levente exagerado, Hodgson nos traslada a un mundo realmente espeluznante. Consigue así un tono casi alegórico, de narración fantástica contada a la luz de las velas hace varios siglos. No es difícil imaginar la voz profunda del narrador relatando su epopeya, dejándose llevar por sensaciones y rutinas en este viaje que comenzamos con los ojos bien abiertos ante las descripciones presentadas. El Reino de la Noche es una visión de un desolador futuro que casi podría decirse está marcado por el pesimismo de un mundo sin sol y criaturas terribles, un mundo lleno de oscuridad y peligros acechando. Un mundo casi de pesadilla, y justo ahí vendría un motivo añadido a esa Noche que aparece en su nombre.
He disfrutado con las inquietantes descripciones, imaginando cada rincón por el que transcurría el peligroso camino de esta especie de caballero que busca a su amada incluso traspasado el umbral de la vida. Porque más allá de la historia, de lo que se disfruta en este caso es del camino imaginado por el autor en este mundo futurista que tanto choca con las utopías y distopías que estamos acostumbrados a leer en los últimos tiempos. Además, hay que añadir, que si bien el tono resulta extraño al principio, pronto nos vamos adecuando a él hasta integrarlo completamente en el argumento sin que nos resulte un problema para avanzar con tan gótica lectura.
He disfrutado mucho, me ha sacado incluso la sonrisa en algún momento el hecho de encontrarme con un narrador en primera persona. Le da un toque personal, estamos ante su historia, somos sus oyentes y así nos la cuenta. Nos da la bienvenida a su realidad.
Y vosotros, ¿sois de viajar al futuro o preferís la novela histórica?
Gracias