Revista Ciencia

El reino de los asteroides y 7. Del anonimato a la popularidad

Por Marathon
Después de dos siglos de exploración de los asteroides, a la imagen de estos astros ha pasado de pequeñas "estrellitas" en los telescopios y estudiar sus ocultaciones, hasta un examen detallado de sus superficies. En el pasado teníamos que confiar en sus variaciones de brillo para conocer sus formas elongadas y que giran en unas pocas horas, hoy sin embargo tenemos imágenes cada vez mejores del Telescopio Espacial Hubble y de otros telescopios en la superficie de la Tierra o en el espacio. Las sondas de exploración de nuestro sistema solar nos han proporcionado imágenes de alta resolución y valiosos datos de un puñado de asteroides.
El reino de los asteroides y 7. Del anonimato a la popularidadAsteroides y cometas visitados hasta ahora por sondas de exploración. Los próximos serán Lutetia el próximo mes y Vesta el año que viene
Es interesante advertir que los asteroides se están desplazando del ámbito astronómico al geológico al geofísico. Por lo tanto, nuestras preguntas sobre ellos están evolucionando con rapidez. ¿Tienen la mayoría de los asteroides interiores sólidos? o por el contrario, ¿las colisiones han provocado grietas y huecos en su interior? ¿Cómo afectan exactamente las ondas de choque generadas por los impactos? ¿Qué circunstancias provocan que algunos asteroides tengan satélites o conformen pares binarios de contacto? ¿Cómo retienen estos pequeños mundos, con una gravedad de unas pocas milésimas la de la Tierra polvo y desechos en su superficies? ¿En qué se diferencian la superficie de los pequeños asteroides que hemos visto hasta ahora de sus parientes mayores de 500 y 900 km Vesta y Ceres?
A medida que nuestro conocimiento científico de los asteroides ha evolucionado, también lo ha hecho la percepción popular. Incluso entre la gente de la calle de los asteroides han pasado de ser objetos abstractos tener una importancia práctica. Las colisiones asteroidales en escalas de tiempo geológico afectan la supervivencia de las especies en la Tierra. Además, los mismos procesos caóticos que dirige los meteoritos hacia la Tierras también pueblan el sistema solar interior, unos 1000 asteroides de 1 km de diámetro o más. Existe una pequeña probabilidad que se estima en alrededor de un 0,1% durante los próximos 100 años de que un asteroide de 1 km de diámetro todavía por descubrirse pudiera impactar la Tierra y provocar una severa catástrofe global. Esta posibilidad tan real es aprovechada para divulgar acerca de estos pequeños mundos, así como para filmar películas de ciencia-ficción sobre ellos.
Quizá deberíamos estar más preocupados por los objetos de entre 100 a 500 m de ancho. Principalmente porque se considera que son mucho más numerosos, para este tipo de cuerpos la probabilidad de un impacto en los próximos 100 años este alrededor de un 1%. Un impacto en el océano provocaría un devastador tsunami, mientras que un impacto en tierra provocaría un cráter similar al Cráter Barringer de Arizona (1200 metros de diámetro). Un impacto menor como un el ocurrido un sobre Siberia en 1908 en la región de Tunguska, tiene una probabilidad de un 30% de suceder a lo largo del siglo XXI.
Al igual que conocemos su potencial dañino para nuestra civilización, también estamos empezando a apreciar su potencial como recursos espaciales. Más de una docena de asteroides cercanos a la Tierra requieren mucha menos energía de propulsión para viejas hasta ellos y aterrizar, que cuerpos tan cercanos como la Luna. Mientras estos cuerpos resultan ser las objetivos implícitos interesantes, también contienen enormes reservas naturales. Si bien la explotación minera no está claro que sea algo viable, es algo que no conocemos con exactitud hasta que los exploremos de cerca.
Dos misiones espaciales han supuesto un estudio cercano de un asteroide: la sonda de la NASA NEARShoemaker estudió el asteroide Eros, que incluso llegó a posarse sobre él; años después la misión japonesa Hayabusha realizó un encuentro cercano al asteroide Itokawa e intentó recoger muestras de él, tal vez con éxito parcial y todavía por confirmar. Por otro lado los asteroides cercanos a la Tierra están entre los objetivos de la NASA para sus próximas misiones tripuladas lejos de la Tierra.
Traducido y adaptado de un artículo original de Richard P. Binzel
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Publicado en Odisea cósmica
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