Pero antes de dicho cambio, que lleva implícito una infraestructura inexistente en muchos países a día de hoy, hay fabricantes que están optando por un paso intermedio: cambiar los reproductores de CD de los automóviles por equipos con puertos USB, que si bien ya los hay, aún mantienen ambas tecnologías (CD y USB).
Ford es uno de esos fabricantes, y su idea queda claramente plasmada en las palabras de Sheryl Connelly, directora de tendencias globales de Ford:
El coche se está moviendo a la tecnología de entretenimiento digital más rápidamente que casi cualquier otro elemento de experiencia del vehículo. El reproductor de CD en el coche, al igual que los teléfonos públicos, está destinado a desaparecer frente a la nueva tecnología.
Queda claro que los grandes de la música tienen que cambiar sus ideas y olvidarse definitivamente del formato físico, cada vez menos demandado tanto por los usuarios finales como por terceras empresas, como por ejemplo los fabricantes de coches.
Vía: Alt1040