Revista Política

El rescatillo catalán

Publicado el 29 agosto 2012 por Joaquim

El rescatillo catalán
En la gran farsa que constituye el pacto de hierro subterráneo entre el PP y CiU -dos partidos de idéntica naturaleza reaccionaria en lo social y neoliberal ortodoxa en lo económico-, el gobierno de la Generalitat de Catalunya que comanda la derecha nacionalista catalana  acaba de dar un paso más hacia el puro guiñol de teatrillo ambulante.  
Resulta que el señor Artur Mas y compañía acaban de solicitar "a Madrid" un rescate por valor de 5.000 millones de euros "sin condiciones". Había que oír ayer al portavoz Francesc Homs desgranar la petición con la chulería de señorito de barrio alto que le es propia, advirtiendo al gobierno español de que el dinero que piden es en realidad, "el que pagan los catalanes". Lo cierto es que de los 18.000 millones del famoso fondo de rescate para autonomías arbitrado por el  gobierno español y que deberá operar a partir de septiembre, a estas horas ya no debe quedar nada para repartir: este verano, la cola de comunidades autónomas mendicantes daba la vuelta a la manzana.
En el caso catalán, los 5.000 millones que la Generalitat se llevará del fondo con el rescatillo que acaba de pedir son apenas un anticipo de sus necesidades reales. El conseller de Economía catalán, Andreu Mas-Cullell, quería que el rescate fuera de 10.000 millones, a recibir antes de 2014. La deuda total catalana supera los 42.000 millones de euros.
Ocurre que en el largo proceso de negociación, otras autonomías (como la valenciana y la murciana) han ido amenazando con subir su propia demanda hasta hacer estallar la caja central. Y es que todos necesitan dinero urgentemente, habida cuenta de que en diciembre vencen los famosos "bonos patrióticos" puestos en circulación por la mayoría de comunidades autónomas, y ninguna de ellas tiene dinero para hacer frente a esa eventualidad. "Madrid" pagará, por descontado -al fin y al cabo, según la Cosntitución vigente las comunidades autónomas son Estado-, pero naturalmente pondrá condiciones políticas y sobre todo, incitará a pisar el acelerador en la destrucción de los servicios públicos, algo que por otra parte en autonomías como la catalana no necesitan que se lo repitan dos veces.
En los últimos meses hemos asistido a un sonrojante espectáculo bufo protagonizado por Artur Mas, su gobiernito y su partido, en el cual se han manejado mucho y a la vez términos como "independencia", "soberanía", "pacto fiscal", "concierto económico" y otros ítems por el estilo. Sobre todo se ha insistido mucho en la independecia política al alcance de la mano, con incitaciones a participar en una manifestación independentista a celebrar en Barcelona el próximo 11 de septiembre, organizada desde las estructuras de la llamada "sociedad civil" que CiU mantiene y financia para estos casos. Se llegó incluso a decir públicamente que el gobierno de la Generalitat en pleno con su president a la cabeza asistirían a la manifestación. Obviamente todo era una pantomima inscrita en el proceso negociador con "Madrid", en el que finalmente se ha establecido la "prioridad catalana" en relación con el fondo de rescate para las autonomías creado por el gobierno español. En suma, mucho ruido y unas cuantas nueces logradas.
Ahora, CiU desactivará la manifestación del 11 de septiembre. Artur Mas ya ha anunciado que no asistirá. Tampoco lo harán la mayoría de sus consellers, al menos los que tienen algún peso político. La decepción en los ambientes "soberanistas" catalanes promete ser espectacular ante la enésima "traición" de los pujolistas.
Mientras tanto, el dinero de "Madrid" ya está en la cazuela, o casi. Es el estilo de siempre, el que le ha permitido a CiU estar en el poder durante casi tres décadas sin tener una oposición real.
En la fotografía que ilustra el post, Artur Mas y Mariano Rajoy, dos presidentes aparentemente enfrentados pero que en realidad comparten una misma filosofía en la política y la economía: el neoliberalismo a ultranza.

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