Revista Opinión

El respeto a los demás

Publicado el 29 enero 2015 por Jamedina @medinaloera

Si tenemos los mismos derechos....

Entre las familias tradicionales de Guadalajara hay un viejo principio moral que al parecer ha sido olvidado no sólo por gran parte de las nuevas generaciones de aquí, sino del mundo entero: El respeto a los demás.

Respetar la cultura, las creencias políticas y religiosas de quienes no son como nosotros, es un principio básico tan antiguo como la Humanidad.

El Padre de la Historia, Heródoto, en el siglo V antes de Cristo ya enseñaba que el respeto a las diferentes culturas es fundamental para mantener la paz entre los pueblos.

Vino luego el fundador del cristianismo, considerado por muchos como el hijo de Dios, y dijo lo mismo de otra manera: “Trata a tu prójimo como quieres que te traten a ti”.

Y vea usted lo que ahora sucede:

En el siglo 21, el Siglo de la Información, un comando armado irrumpe en la redacción de un semanario de humor, el “Charlie Hebdo”, editado en París, una de las ciudades más ilustradas de Europa, y mata a 12 trabajadores porque no estaba de acuerdo con las caricaturas alusivas al profeta Mahoma.

¿Resultado? La revista aumenta de pronto su tirada a siete millones de ejemplares cuando su tiraje habitual no superaba los 60 mil. Su capacidad de penetración social que adquiere con el atentado es verdaderamente impresionante.

Conclusiones:

1.- La violencia no podrá acabar jamás con la libertad de expresión. Cualquier atentado contra esta libertad está condenado al fracaso, y con mayor razón en estos tiempos, cuando las posibilidades de emitir información se multiplican en todos los rincones de la Tierra.

2.- Admitir los límites de la libertad de expresión por parte de quienes habitualmente hacemos uso de ella, es reconocer los derechos de los demás, lo que significa respeto por la paz y el progreso humano. En otras palabras, no se vale agredir a nadie por su fe, por sus creencias, cualesquiera que éstas sean.

Insisto en el principio: La libertad de expresión es la esencia misma del ideal humano. Imposible concebir al hombre sin libertad, pero esta libertad tiene un límite: el respeto a los demás.

Y no se trata de ningún principio religioso o de Estado, sino de simple sentido común: Si quieres que te respeten, respeta.

javiermedinaloera.com


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