Desde hace ocho años el club de Villa Crespo comenzó con su reconstrucción definitiva, tanto en el aspecto deportivo, social, cultural y político. Sin dudas, el ascenso a la Primera B Nacional logrado el fin de semana pasado es hasta ahora la única frutilla del postre en este buen presente que atraviesa la institución presidida por Alejandro Korz.
Atlanta demostró durante toda la temporada un nivel superlativo que partido tras partido fue aumentando, tanto en la faceta colectiva como en la individual. La potencia goleadora de los hermanos Abel y Andrés Soriano (quienes marcaron hasta la fecha entre los dos 33 tantos), más la jerarquía de futbolistas experimentados en la divisional como Rodrigo Llinás ó Nicolás Cherro fueron fundamentales en la obtención del campeonato. Sumado a estos dos factores, también se destacan la llegada de los juveniles de Lanús gracias al convenio que une a las dos entidades desde 2009.
“El Barcelona de la B”, solían llamar los periodistas especializados al equipo conducido por Javier Alonso. A pesar de las enormes distancias que separan al campeón vigente de la Liga de España con su par de la B Metropolitana, la filosofía de juego empleada por ambas escuadras es la búsqueda constante del arco contrario. El Bohemio mantuvo una ideología de toque y juego asociado que eventualmente le posibilitaron subir a la segunda categoría del fútbol argentino tras 12 años de interminable espera.
A principios de la década de 1990, el campeón de la Copa Suecia de 1958 debió cerrar sus instalaciones y suspender sus actividades debido a la crisis económica que atravesaba. El punto más grave de este caos sucedió en septiembre de 1994, cuando por la quiebra inminente la sede social tuvo que ser vendida. A pesar de los altibajos deportivos, los problemas comenzaron a encontrar soluciones en el 2003, momento en el que la Legislatura Porteña aprobó la utilidad pública de la sede de la calle Humboldt, la cual quedó en manos Bohemias definitivamente a partir del 2006. De esa manera, el resurgimiento del Bohé comenzaba a nacer.
El laudo obtenido recientemente es sólo la punta del iceberg del buen momento de este pequeño gigante dormido del fútbol de nuestro país, que busca reacomodarse de una vez por todas y llegar de nuevo la elite del ámbito local. En este tiempo que queda para que finalice el año calendario y en la pretemporada, Atlanta deberá prepararse para afrontar lo que será su regreso al Torneo Nacional.