El retablo gótico de San Juan Bautista de Cutanda regresará durante las próximas semanas a la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de la localidad del Jiloca, después de la restauración a la que ha sido sometido durante los últimos meses por la turolense Belén Díez.
Antes de eso la pieza, datada en el siglo XV y de autor o autores desconocidos, aunque probablemente locales, estará expuesta en el Museo del Obispado de Teruel.
El retablo gótico de transición al Renacimiento, de unas dimensiones de 3,06 metros de alto y 2,15 metros de ancho, se encontraba en mal estado de conservación, aunque los trabajos de Belén Díez han permitido recuperarlo en gran medida.
Su origen gótico permite suponer que en algún momento contó con una predela inferior tabla horizontal donde se asienta el conjunto que ya no existe, y también se ha constatado que algunas piezas, como los guardapolvos, son añadidos no originales. Además ha revestido especial dificultad "detectar bien las suciedades y los barnices oxidados, así como su limpieza", según aclara la restauradora, "aunque me he encontrado con la sorpresa de que en algunas partes de la pieza había colores muy puros y enteros".
Cambio de ubicación
El retablo estaba originalmente en la ermita de San Juan Bautista, del siglo XV, aunque fue trasladado por motivos de seguridad a la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora de Cutanda, donde será colocado cuando finalice su periodo de exposición a todo el público en el Obispado de Teruel.
Belén Díez se ha basado en fotografías, dibujos y documentos para restaurar el retablo, ya que en este tipo de trabajos es importante devolver el aspecto que la pieza tuvo, pero sin añadir nada de lo que no se tenga constancia:"En el soporte de las tablas hubo separaciones y se han mantenido. No se ha cambiado el soporte ni los listones traseros, y al reintegración cromática ha sido la mínima", explica la licenciada en Bellas Artes turolense. "No podemos inventarnos nada, porque somos restauradores y no artistas".
Según Díez, es probable que el autor del retable sea algún artista local, y también que sean varios, "ya que hay diferentes partes que tienen un nivel de acabado distinto, lo que permite pensar que fue pintado por varias manos". En cualquier caso, la restauradora ha destacado "la calidad técnica y el acabado del retablo".
Los trabajos, encargados por el párroco de la iglesia de Cutanda, se han realizado en el taller del Palacio Episcopal de Teruel, y el delegado episcopal Pedro Luis Hernando fue la persona encargada de consensuar con Belén Díez la actuación sobre el retablo.
La pieza consta de tres calles. La central representa a San Juan Bautista, que da nombre al retable y a la ermita donde fue instalado originalmente. El santo aparece con una capa roja y orla dorada, y en su mano lleva un libro y un cordero. La segunda calle y la tercera recogen escenas que describen su vida y en el ático de la tabla, remate final, una pintura representa el Calvario de Jesucristo.
Fuente: Diario de Teruel Publicado por Javier Atienza
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