El reto docente: Educación 3.0

Autor: Daniel Palacio.

Ser docente en esta época parece más fácil que en tiempos anteriores, pues el “profe” ya no deja fotocopias sino enlaces, ya no pone ejercicios sino que organiza talleres online, ya no hace puestas en común sino participación en foros, y muchas de las actividades de aprendizaje han sido transformadas en este blended learning al cual los estudiantes se adaptan.

Pero si se adaptan a esto, entonces, ¿cuál sería el reto para el docente?

Realmente, aceptar el reto no es acercar la tecnología o integrarla a la educación, esa es una evolución natural y generacional a la cual el diario vivir nos está llevando.  A continuación, expongo cuatro puntos que considero son los verdaderos retos que como educadores debemos afrontar.

CREAR INTELIGENCIA COLECTIVA

El modelo de educación debe estar orientado, en últimas, a potenciar las habilidades de los estudiantes en un área específica. De esta manera, en la era digital vendría muy bien impulsar el emprendimiento en los alumnos, al igual que resolución de problemas con casos reales, apoyados en herramientas digitales que les permitan encontrar una nueva forma de ver “cómo hacer realidad sus sueños”.
La inteligencia colectiva, como efecto del aprendizaje globalizado, permitirá enriquecer un determinado proyecto con otros; por ejemplo, facilitará que un emprendimiento pueda ser apoyado por grandes empresas e instituciones. Por favor, docentes: no más trabajos en papel, orientemos a los alumnos a crear mediante la tecnología. El futuro está en el  social learning.

PENSAMIENTO CRÍTICO

Los procesos de selección a los que se enfrentan los recién graduados se enfocan cada vez más en descubrir la capacidad de análisis y resolución de problemas para los cargos a los que se postulan.  Sin embargo,  trabajar para desarrollar estas habilidades es un proceso que depende de muchos factores, tales como la capacidad de proponer, la comunicación en público y, sobre todo, el trabajo conjunto.
Los docentes del siglo XXI debemos empoderar a nuestros estudiantes preguntándoles cómo pueden solucionar el problema expuesto y dejando que opinen constructivamente, pero con los criterios básicos de la evaluación; de esta manera, la experiencia de aprendizaje será lo más cercano a la dinámica laboral y de negocios, en la que los proyectos se debaten, evalúan y aprueban dependiendo de la capacidad de convicción que se tenga frente a los interlocutores.

EMPLEABILIDAD

Los docentes tienen como objetivo preparar excelentes profesionales, lo que en sí es un buen fin, pero prepararlos sólo para conseguir un empleo es tal vez el paradigma que hay que romper. El concepto de empleabilidad no se refiere a desarrollar habilidades para superar en una entrevista de trabajo a otros aspirantes; al contrario, nos lleva a cuestionar qué está haciendo el estudiante para seguir un camino diferente. Emprendedores, negociadores, jefes de sí mismos… Hoy en día, internet es la tierra prometida donde las ideas se pueden aprovechar hasta el punto de llegar a fundar una empresa.  Cientos de jóvenes de la gG¡eneración Y, los millennials y los nativos digitales ven en el mundo digital el escenario ideal para romper el molde tradicional de formación. La empleabilidad parte del docente hacia el estudiante y de esta manera lo ubica en un contexto de confrontación de sí mismo.

VISIÓN DEL MUNDO

Los constantes cambios en los negocios, tendencias digitales y componentes del management dictan, de un modo u otro, la forma de hacer negocios. Por ejemplo, hace quince años muy pocas empresas entendían cómo internet podía ser una fuente de ingreso para sus negocios; en la actualidad, una empresa con objetivos de crecimiento difícilmente logrará darse a conocer si carece de una estrategia digital. Mi pregunta es, entonces, ¿por qué en las diversas asignaturas no les damos a los estudiantes la oportunidad de tener una visión del mundo?

Métodos hay muchos, casos e investigaciones también, pero lo que he comprobado que funciona es darles la oportunidad de experimentar a nivel práctico.

La internet de las cosas (internet of things), las impresoras 3D, la conectividad total, los pagos móviles y el reconocimiento facial son algunas de las tendencias cuya aplicación en un escenario determinado, en uno u otro negocio, debemos cuestionar a los estudiantes, así como qué beneficios traería.

La educación 3.0 es en esencia la experimentación, la nueva forma de convertir los contenidos de cualquier asignatura en actividades de innovación. Seguramente muchos pensarán que esto aplica para tecnología, pero ¿qué hay de las humanidades, el derecho?… Ese es el reto del docente: descubrir cómo hacerlo donde no se ve claramente cómo se puede utilizar.

Soy un convencido de la formación académica en todos los niveles, pero pienso que es el momento de que las facultades, escuelas de negocios y programas de formación ejecuten y proyecten en la práctica lo que se vive afuera, en el mercado, en la web, en los hábitos de los consumidores, y reten a crear cosas nuevas.

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