Ya os comentamos que parecían venir cambios en las políticas de reducción de emisiones, pensábamos que iban a ser cambios más ambiciosos. Llegar a los umbrales fijados en los planes anteriores, casi con 6 años de antelación, parecía haber motivado a Bruselas, un nuevo plan elaborado por la Comisaria Connie Hedegaard, en el que se contemplaban la consecución de una reducción de la emisiones de gases invernadero (los que provocan el cambio climático) de un 40% y un aumento del peso de la presencia de energías renovables de hasta un 30% más, todo para el año 2030, parecía traer aires frescos y renovados
Las políticas ecologistas en retroceso en Europa
Este posible objetivo, ya fue tildado por insuficiente por varias agrupaciones ecologistas, que exigían por lo menos una disminución del 45% en emisiones y un amento del sector renovable del 35%, puesto que sin un aumento sustancial de energía verde se hacen complicado reducir más las emisiones de manera eficaz y que a la vez nos sirva para reducir los costes de la dependencia de suministros de combustibles fósiles procedentes de países terceros. Pero el plan parecía un buen punto de partida.
Pues si el plan no era ambicioso lo acordado finalmente es ridículo, puesto que los objetivos finales se han fijado en un 40% de reducción de emisiones y un 27% de aumento del sector renovable, cifra que de momento no es vinculante para los estados miembros. Estas cifras toman como punto de partida las del año 1990, y quieren ser una especie de lanzadera para llegar al año 2050 con un reducción de gases invernadero entre el 80% y 95%.
Esto supone un serio retroceso en el liderazgo mundial que hasta ahora abanderaba la zona UE en la lucha contra el Cambio climático, y tal y como advierten WWF o Ecologistas en Acción, estas cifras pueden ser recortadas todavía más, puesto que existen presiones de estados miembros para que la tasa de reducción de emisiones se fije un 35%. España, representada por Cañate, se opuso desde un principio, al objetivo del 30% de renovables. Si, el ministro del país de las renovables, no las quiere.
El panorama para nuestra ecología es preocupante, puesto que el pasado día 22 también se le dio luz verde al fracking. Y es que la UE rehuye cualquier tipo de regulación de esta peligrosa y contaminante practica, con una gran oposición popular en todos los estados miembros, y se limita a transmitir una serie de recomendaciones a los estado miembros que decidan apostar por ella dentro de sus territorio, ignorando riesgos , peligros y valores democráticos.
En España ya existen multitud de plataformas populares en contra del fracking (ecologistas y no ecologistas), e incluso existen comunidades como la de Cantabria, que han aprobado leyes especificas encaminadas a blindar su territorio contra esta practica, pero no obstante, el Gobierno Central ya ha concedido licencias para que se lleven a cabo prospecciones para estudiar la viabilidad de futuros pozos de extracción de gas, desoyendo, como han echo en Europa, a la opinión publica.
Y es que lo que se nos avecina tiene muy mala pinta, petroleo en Canarias y en el Mediterráneo, el Fracking, la comercialización de nuestros Parques Naturales, la privatización de los montes, la ley de costas, cultivos de transgénicos en España…. ¿a donde vamos?
Sera la lluvia, sera el invierno, no se .. no me siento muy optimista.