Tenemos una nueva contratación para el departamento de Medio Ambiente de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Este otoño-invierno parece que se ha hecho cargo de su puesto y ha comenzado las obras. Se trata del río Gállego. De momento está retirando las defensas que se construyeron de forma inexplicable hará un año, como vemos en la foto superior. Y digo de forma inexplicable por que se construyeron después de que se optara por una forma diferente de trabajar, haciéndolo con el río en vez de contra él. La última actuación ahora destruída, que ya dio lugar a una entrada en este blog no tuvo explicación. Bueno sí. El tirar el dinero público a favor de una empresa que no tendría nada mejor que hacer. Como en los viejos tiempos. No sé cuál fue la cantidad dilapidada en esta obra, pero ahora se debería exigir alguna responsabilidad. Habrá que volver a gastar dinero público. Y eso da miedo. Porque no sabemos si será para retirar lo que nunca debió construirse y quitar el gavión, o si se volverá a rehacer con alguna obra más de acompañamiento con lo que todo podría ser peor. Porque seguro que no se acometerá la colocación de defensas enterradas en el caso de que se considere necesaria una defensa, puesto que no se hizo en su día. Aún recuerdo la alegría con la que recibí la retirada de los espigones previa a la Expo. Quien iba a imaginarse que volverían a hacerse.
La realidad es que lo más peligroso para el medio ambiente en muchas ocasiones es la existencia de presupuesto. Cuando hay poco dinero se hace poco. Si se hace bien, la verdad es que es un trabajo lento. Pero si se hace mal, es mejor que no haya grandes cantidades para que se eviten este tipo de cosas.