Ayer me robaron. Bueno, eso creo. Tal vez, fruto de mi despiste existencial, fui yo la que perdí la cartera. Pero si la perdí, alguien ha tenido que encontrarla, y si ese alguien, aun, no la ha entregado a las autoridades entramos ya en el ámbito del robo, ¿no?
Porque, conste, la perdí y/o me la robaron en un centro comercial. No en el desierto del Gobi. O sea, que había gente con sus bolsas y sus ganas de apropiarse de lo ajeno. Por lo visto.
El trastorno no ha sido mucho, unos 30 eurillos. El problema es la documentación, las tarjetas, algunos recuerdos y la propia cartera, que me chiflaba, tan violeta, tan bonita. Y no voy a encontrar una ni parecida, ya lo voy asumiendo.
Bueno, aparte de a contar mis penas yo venía aquí a recomendaros que cuando os encontréis en una situación similar, denunciéis por internet. Que se puede. Ayer, en pleno momento desesperación tras darme cuenta de lo sucedido caí en que, oh-my-God, tenía que conducir. Sin carné que enseñar a los señores guardiaciviles. Porque, seré yo que soy una histérica, pero ya me veía a medio cuerpo benemérito apostado por los alrededores dispuestos a detenerme. Que sí, que soy una exagerada, ya lo sé, que en seis años de carné de conducir solo me han parado tres veces, la última para un control de alcoholemia que se desarrolló así:
-Guardia: Buenos días, deténgase ahí. -Servidora: SÍ, SÍ, GLUPS. (me imponen estas situaciones, qué queréis)-Guardia: (mirándome)........ ¿No has bebido, verdad?-Servidora: No, no, si voy a trabajar, cómo voy a beber (con voz de 'oiga, que yo soy DECENTE', a ver qué pasa)-Guardia: hala, tira, tira.
Y ni documentación ni gaitas.
Pero lo que os decía, que fue verme sin mi carné (ay) y creerme el Lute. Así que pensé "en internet tiene que haber algo, algún modo que me facilite un papel que enseñar si me paran para justificar mi desgracia". Y justo. En la página de la Policía Nacional puedes hacer la denuncia y te puedes imprimir un justificante. Luego, eso sí, tienes tres días para ir a comisaría a confirmarla, que es lo que he hecho esta mañana. En una comisaría, por cierto, en la que los polis iban por los pasillos silbando la música de Game of Thrones, ahí, desbordando molabilidad.
Y, aquí viene el meollo del asunto, por haber hecho la denuncia en internet me han dado preferencia sobre las tropecientas personas que esperaban. Personas que me han odiado mucho, lo he notado, cuando, tras haber entrado la última en la sala de espera, me han llamado la primera. Ah, se siente, algo me tenía que salir bien después del día de ayer, que no os cuento más por no aburrir, pero tela. Digamos que todo terminó con un coche sin combustible, las tarjetas, claro, anuladas, una llamada angustiosa a una amiga para que me dejara diez euros y una gasolinera, sí, cerrada a las diez de la noche.
Hoy me merecía más que pasar la primera a denunciar. Me merecía la lotería. O algo.
En fin, que si veis una cartera morada es mía. Jops.