Bob Dylan escribió en 2020 el explícito tema 'El asesinato más asqueroso'
Hace sesenta años del asesinato del presidente Kennedy. Libros, documentales, entrevistas a los médicos y testigos…, fue un acontecimiento que sacudió la conciencia de todo el mundo y que aún permanece, puesto que el misterio perdura. Los músicos de rock, lógicamente, también reflejaron en sus canciones lo que aquello supuso
No son pocos los músicos de rock que se vieron afectados por el asesinato de JFK, como demuestra el hecho de la cantidad de canciones que velada o explícitamente tratan de la persona y, sobre todo, de su muerte.
Uno de los primeros que compusieron canciones sobre John F Kennedy es Bob Dylan, que ha tratado el tema varias veces. La primera fue en 1963, cuando el presidente aun vivía. El tema ‘I shall be free’ narra una supuesta conversación con él: “Mi teléfono sonó sin parar. Es el presidente Kennedy llamándome. Me dijo: Amigo Bob, ¿Qué tenemos que hacer? ¿Crece el País?”. Es evidente que la figura de Kennedy tenía un atractivo irresistible… para algunos.
Mucho tiempo después, en 2020, Dylan escribió ‘Murder most foul’ (más o menos ‘El asesinato más asqueroso’), una especie de canción fúnebre (de 17 minutos) que se centraba en el magnicidio: “Fue un día oscuro en Dallas, noviembre de 1963. Un día que vivirá en la infamia (…) Lo llevaron al matadero como un cordero al sacrificio (…) Luego le volaron la cabeza cuando aun estaba en el coche”. La larguísima letra de la canción incide una y otra vez en el suceso, y a lo largo de la misma aparecen nombres reconocibles, como Beatles, Altamont, Woodstock…El tema, que alcanzó el número uno de la revista Billboard, “para mí no es nostálgico”, dijo el propio Dylan, que en uno de los versos se permite una broma macabra: “Viviendo en una pesadilla en Elm Street”, que es el nombre de la calle donde todo sucedió.
En la siempre evocadora ‘Sympathy for the devil’ (1968) de los Stones, Mick Jagger canta: “Grité: ¿quién mató a los Kennedy? Cuando después de todo fuimos tú y yo (…) Espero que hayas adivinado mi nombre (…) Simplemente llámame Lucifer”. O sea, “fuimos tú (quien sea) y yo (el demonio)”, quienes asesinaron a JF y a Robert F Kennedy.
En el icónico Festival Monterrey Pop (1967), The Byrds tocaron una canción tradicional, ‘He was a friend of mine’, a la que ellos habían puesto una letra nueva que se refiere al asesinato. En la misma se dice: “Estaba en la ciudad de Dallas. Desde una ventana del sexto piso. Un hombre armado lo mató a tiros”; es decir, apoya la versión del asesino solitario. Sin embargo, el mismo David Crosby desdijo la intención de esa letra cuando, ante la audiencia dejó claro que no fue sólo Oswald, que hubo más implicados. Crosby dijo: “Sé que están grabando esto para la tele, por lo que estoy seguro que lo van a editar (modificar). Pero quiero decirlo de todos modos. Kennedy no fue asesinado por una sola persona. Le dispararon desde diferentes direcciones, con diferentes armas. La historia ha sido cambiada y los testigos eliminados…, este es vuestro país, damas y caballeros”. Crosby estaba convencido, en contra de la canción, de que hubo más de un tirador; sin embargo, su compañero Roger McGuinn desdeciría más tarde estas palabras de Crosby.
El pionero del rock & roll Jerry Lee Lewis escribió en 1966 el tema ‘Lincoln limousine’, que era el coche en el que iba Kennedy cuando fue asesinado. En la letra escribe: “Era un gran, gran líder llamado Kennedy. Luchó por el derecho y la libertad, trató de mantener limpia esta nación. Pero le dispararon en el asiento trasero de una limusina Lincoln (…) Un rifle de veinte dólares cortó la vida de este gran hombre (…) Se supone que este país es la tierra de los valientes y libres. Pero le dispararon en el asiento trasero del Licoln Limousine”. Duro alegato contra cierta parte y cierto pensamiento de EEUU.
Lou Reed tenía 21 años en 1963. El magnicidio le afectó profundamente y le formó un recuerdo indeleble. En 1982 editó su ‘The blue mask, en el que incluyó un tema con título explícito, ‘The day John Kennedy died’, que dice: “Soñécon una unión perfecta y una ley perfecta (…) Y sobre todo soñé que olvidaba el día en que murió John Kennedy (…) Recuerdo donde estaba ese día (...) El equipo de la universidad estaba jugando al fútbol en la televisión. Entonces la pantalla quería morir y el locutor dijo Ha habido una tragedia”.
Y hay bastantes títulos más que tocan o se sumergen en aquel trágico acontecimiento. El rock nunca se olvida de asuntos tan trascendentes.
CARLOS DEL RIEGO