En el noroeste de Inglaterra se encuentra el condado de Cumbria, uno de los más hermosos del país. Fue conocido antiguamente por la región de los lagos y también es una de las zonas más montañosas de Inglaterra. Aquí se situaron a principios del siglo XIX un pequeño grupo de poetas ingleses que iniciaron la corriente romántica. Fueron denominados los poetas lakistas. Uno de ellos fue William Wordsworth (1770-1850), que sostuvo en su vida una inquietud casi mística por la inmortalidad, pero que, sobre todo, supo plasmarla bellamente en sus versos. Uno de ellos, utilizado en un célebre guión cinematográfico (Esplendor en la Hierba, 1961), lo expresa con justificación y evocación:
Pues aunque el resplandor que en otro tiempo fue brillante
hoy esté por siempre oculto a mis miradas,
aunque ya nada pueda hacer volver la hora
del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores,
no debemos afligirnos pues, por siempre,
la belleza permanece en el recuerdo.
(Oda X, Los Signos de la Inmortalidad, fragmento)
(Imágenes del gran pintor romántico inglés Joseph Mallord William Turner, 1775-1851, precursor ya de los impresionistas posteriores. Cuadros: Julieta y su nodriza, colección privada; La bahía de Baia, con Apolo y la Sibila, The Tate Gallery, Londres; Dido constituye Cartago, National Gallery, Londres.)
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