Tras más de 10 años adornando la plaza del Rijksmuseum, la escultura con la frase "I amsterdam" dijo adiós a esta ubicación el pasado mes de diciembre. Este era uno de los rincones más conocidos de la ciudad y congregaba diariamente a miles de turistas para hacerse el "selfie" de turno. Ahora, Greenpeace ha querido utilizar este lugar para crear conciencia sobre la situación que vive el Amazonas en la actualidad a causa de la explotación para cultivos y materias primas.
De este modo, la ONG instaló un rótulo con el mismo estilo que el de "I amsterdam" pero cambiando el nombre de la ciudad por el de "I amazonia". Obra de la agencia de publicidad Duval Guillaume (Bélgica), esta campaña busca aprovechar la polémica generada por la retirada del anterior letrero para generar conversación y ruido mediático.
Un inteligente y llamativo movimiento que huye de las formas de publicidad tradicionales para colarse en la vida de la ciudad.