La Organización Nacional de la Salud reconoce que los niños tienen mayor sensibilidad al ruido que los adultos, la razón es que son organismos que todavía se están desarrollando y no cuentan con una estructura psicológica tan estable como los mayores. El ruido afecta al desarrollo cognitivo infantil, reduciéndolo y creando otros problemas como las dificultades del lenguaje, tanto en su percepción como en la oratoria, problemas de sueño, problemas en la sociabilidad, etc., al menos así se determina en ese artículo y otros muchos publicados en National Academy of Sciences Report.
La contaminación acústica es la tónica dominante en las grandes ciudades y aunque todos la padecemos, quienes más la acusan son los niños, y dependiendo del caso, se producen problemas irreversibles. La realidad es que los niños nacidos en las últimas décadas han sufrido y sufren niveles de ruido que generaciones anteriores no padecimos, el nivel de contaminación acústica parece incrementarse día a día y es algo que ocurre en todas las ciudades del mundo. Conociendo los problemas que se asocian a los altos niveles de ruido, se puede augurar que las próximas generaciones adultas podrán sufrir las consecuencias.
Si vivimos en una ciudad y analizamos el nivel de ruido y sus fuentes, podremos comprobar que los ruidos son una tónica dominante y constante, ruidos vecinales, de tráfico, de obras, fruto del ocio y así un largo etcétera. Un informe de la U S Environmental Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos) de 321 páginas, titulado Noise: A Health Problem (Ruido: Un problema de Salud), nos explica cuáles son las consecuencias de que un niño crezca en un ambiente ruidoso, se han identificado diferentes problemas como los que hemos citado al principio, las dificultades de aprendizaje como el desarrollo del lenguaje, la lectura o el razonamiento… Un niño que aprende a escuchar y hablar con mucho ruido, tendrá problemas para desarrollar las habilidades esenciales para la distinción de los sonidos, confundirán sonidos, distorsionarán el lenguaje ignorando partes de las palabras, etc.
Según este informe el problema es más grave de lo que podamos imaginar, los niños que viven en áreas ruidosas es posible que no puedan desarrollar la suficiente capacidad de atención en la escuela, por otro lado, los profesores no tienen la capacidad de poder corregir estas dificultades. La contaminación acústica deriva además en problemas como el fracaso escolar, las investigaciones muestran que la tasa de fracaso es mayor en aquellas zonas con más ruido, ejemplos que citan: la circulación cercana de trenes, el ruido de los aviones, de la circulación de los coches en las autopistas, etc. De poco sirve el apoyo que puedan brindar los padres en la educación, parece ser que la influencia del ruido es mayor. Entre la contaminación ambiental y la contaminación acústica, las ciudades se están convirtiendo en una amenaza para el desarrollo cognitivo infantil.
Hemos estado hablando de niños, pero ¿y los fetos o los bebés?, las madres que esperan un bebé y que viven en zonas muy ruidosas no tienen hijos con alteraciones, aunque todo dependerá de la situación y de la semana del embarazo. Una madre que se traslada a un ambiente ruidoso a partir del quinto mes de embarazo, cuando antes vivía en un ambiente apacible, puede dar como fruto bebés que no soporten el ruido, siendo extremadamente sensibles a la contaminación sonora, pero además se apunta a una posible asociación con un menor peso al nacer. En el artículo que podemos leer en Econoticias, nos alertan del incremento de los trastornos auditivos y de las consecuencias de los altos niveles de ruido, pero cambiar esta situación es complicada, es necesaria una mayor implicación por parte de los gobiernos y las instituciones competentes para lograr que el nivel de ruido sea mucho menor, otra opción es ir a vivir a un pequeño pueblo o al campo, pero es una solución complicada.
En nuestros hogares podemos adoptar una serie de medidas que favorecerán reducir el nivel de ruido, con ello lograremos un entorno más agradable y favorable para los niños, de este tema seguiremos hablando próximamente.
Foto | Libertinus
Enlace permanente:
El ruido afecta al desarrollo cognitivo infantil