Su atmósfera contrasta con el el sonar de las tragamonedas y de las personas que acostumbran visitar este nuevo casino que está ubicado en el Trump Tower; así que no tendrás problema alguno en disfrutar de una agradable cena o de una velada romántica ya que el ambiente íntimo, reservado y acogedor de Macondo te atrapa y te hace cómplice.
El inicio estuvo a cargo de una crema de pixbae con langosta la cual estuvo regular, y como le comenté a la encargada, fue debido a la selección del pixbae lo cual ocurre muy a menudo, en mi caso, cuando compro en la calle. Hay unos que no tienen el sabor marcado y más bien se sienten algo amargos. Esto es lo que pasó con esta crema que estoy seguro que con la selección correcta esta crema debe ser increíblemente deliciosa.
El ceviche de pulpo colonense y langostas taboganas estaba muy fresco y hecho en el momento. Delicioso!
Para el plato principal escogimos una Entraña Macondo en un término medio ejecutado a la perfección. El acompañamiento ideal lo hace un trío de papas andinas que dan el toque ganador a este plato. La Quadretti Crujiente es una corvina de la pesca del día sellada y luego llevada al horno con una reducción de bisque y servido con un arroz con coco y guandú que no tiene nada que pedirle a los que hacen en la costa atlántica.
El Desenlace es es más esperado, por lo menos para mí. Un trío de chocolates realmente sorprendente fue sin duda una excelente elección. Chocolate oscuro, de leche y blanco hacen la combinación perfecta en una textura delicada y sobre una costra de chocolate y maní. Ganador hasta la última cucharada.
El Cheesecake de Pepita de Marañón también es obligatorio pedirlo sobre todo si eres amante de este tipo de postres. La combinación de ambos es realmente delicioso.
Sin duda alguna Macondo es un lugar diferente en el cual puedes comer delicioso y pasar un rato muy ameno. Luego que terminas de comer date una vuelta por el casino y prueba un poco de suerte. No está de más.
Agradecemos a todo el personal de Macondo en especial a José que nos atendió de maravilla.