Analizar es el primer paso para corregir, para identificar errores, para crecer y en definitiva para evolucionar. Pero el análisis no gana partidos. Facilita un camino pero, como siempre, al final serán los jugadores, el equipo, con las bases definidas por el staff técnico, quienes serán los verdaderos dueños del resultado.
El análisis es una herramienta utilizada en los equipos. Es por ello que el analista necesitará ampliar cada vez más sus dotes y sus argumentos. Su contenido teórico y práctico en torno a todos los elementos que definen el juego del fútbol. Si ser entrenador ya era complejo, con el análisis y los analistas, se ha convertido en una tarea extremadamente compleja. Por ello, también, en extremadamente apasionante.
La complejidad de un buen análisis
Analizar el fútbol es profundizar en la complejidad del juego en un ámbito de incertidumbre. Disponemos de información estratégica de primera mano al saber cómo juega nuestro equipo, y observando al rival somos capaces de identificar los grandes patrones de comportamiento general: formación, tipo de defensa, posicionamiento defensivo, tipo de ataque y acciones a balón parado ofensivas y defensivas. Pero el juego es impredecible y tiene una dimensión mucho más amplia que aspectos tan fácilmente reconocibles.
La importancia de un análisis y por extensión de su analista radica en la capacidad de ver particularidades contextualizadas, contenidos y variantes puntuales en momentos concretos que se reproducen para ofrecer alternativas útiles y viables. No es la búsqueda de causas y efectos, es un ámbito mucho más complicado. Para poder identificar elementos susceptibles de ser valorados, hay que saber de fútbol y de futbolistas. Para poder comprender que el análisis lleva aparejado una toma de decisiones posterior encaminadas a desarrollar acciones en el entrenamiento y tomar medidas específicas en los partidos, hay que comprender el sentido holístico del staff técnico.
Jugar a hacer análisis es algo normal a esta época del fútbol que nos ha tocado, pero analizar desde la perspectiva profesional obliga a crear todo un departamento y a unificar criterios de búsqueda, racionalizar prioridades y estipular pautas de comportamiento común para que después, cada analista aporte lo particular y personal de su trabajo a una mesa de discusión en la que el entrenador principal tendrá la última palabra. Y será éste quien otorgue o no valor a todo el trabajo acumulado, dando importancia a sus analistas y a los contenidos analizados u obviando su tarea. De ahí que muchos equipos muestren semana tras semana capacidad adaptativa a entornos cambiantes, y otros simplemente traten de responder desde la espontaneidad de haber dejado todo para el último día y queden en manos de los jugadores tomas de decisiones que pudieron haber sido consensuadas, entrenadas y dominadas durante la semana.
Transmisión de la información
El fútbol esconde mucha información que es necesario desentrañar, el juego es muy complejo, extremadamente diverso en sus contenidos y cruel en sus consecuencias. Es importante identificar, tratar y posteriormente saber gestionar dicha información en todos los soportes disponibles para mejorar la tendencia competitiva del jugador, del grupo y del equipo.
El análisis de datos o estadísticas está cobrando un papel importante en el fútbol (fuente: TICbeat)Pero la enorme cantidad de información ha de ser filtrada para que llegue a su objetivo de la mejor manera posible. Un gran volumen de información al jugador y al grupo podrá llevar a viciar una relación fundamental en el equipo de fútbol. La gestión de grupo debe ser lo suficientemente flexible para conocer cuánta, cómo y por qué se debe aportar determinado tipo de información. Para ello, nadie mejor que el entrenador principal para liderar esta y todas las demás facetas que competen a su labor de director de grupo.
Trivializar el análisis en conceptos concretos, dotar a la foto de mil y una flechas, regalar el oído con argumentaciones explicadas en un idioma alejado de la palabra entendible... Son aspectos que cada vez se multiplican más en el ámbito del análisis ¡Ojo! Porque solo traen discordia y una pérdida de tiempo irrecuperable. Igualmente quienes creen que pueden cualificarse a través del dominio de un software y de una puesta en escena que llame la atención por el brillo externo en vez de por la importancia de los contenidos identificados y la forma de llevarlos a cabo para que el equipo los optimice.
El análisis es un elemento para generar valor añadido al equipo desde el tratamiento de la información para que el equipo avance hacia probabilidades mayores de victoria. Todo lo que no sea esto, será ruido.
Conocer bien el fútbol
Analizar un deporte de competición de carácter sistémico y enmarcado dentro de un ámbito complejo supone dominar argumentos globales y específicos que permitan a quienes toman decisiones optimizar las mismas para maximizar el rendimiento. Es por ello que, cada vez más, se necesita personal no solo cualificado en la gestión de dispositivos y en la optimización de la información estadística sino, grandes conocedores del deporte que se analiza. Grandes identificadores de patrones estratégicos susceptibles de ser contemplados dentro del proceso global y estructural del entrenamiento.
El análisis es una herramienta tremendamente útil si se sabe utilizar y optimizar. Igualmente puede ser una absoluta pérdida de tiempo y de recursos si quienes la desarrollan no se responsabilizan de los contenidos a valorar. También si quien debe tomar la decisión final no sabe o no entiende como emplearla para multiplicar las posibilidades de su equipo.
El entrenador debe gestionar la transmisión de información (fuente: culemania.com)Importancia actual
Los deportes colectivos han encontrado en el análisis del juego un ilimitado campo de acción. Esto permitirá a entrenadores inteligentes aportar probabilidades de éxito a los procesos de trabajo colectivos. Nuevamente las sinergias derivadas de las interacciones de los diferentes miembros del staff técnico posibilitarán la multiplicidad de decisiones. La tendencia a crecer de una institución deportiva que deberá contemplar la estructura de análisis como un elemento imprescindible de su organigrama.
En definitiva, dentro del análisis en el fútbol hay que tener en cuenta y contemplar muchas particularidades. El análisis del juego en su conjunto, tanto propio como del rival, obliga a dominar conceptos de la táctica, la estrategia, la técnica, la física y de todo aspecto relacionado a este deporte. Por otra parte, el análisis de los propios jugadores supone comprender la contextualización en la que el propio jugador desarrolla su labor y las exigencias del contrario tanto en ataque como en defensa, para poder detectar los elementos que podrán incidir posteriormente en la toma de decisiones.
En un futuro, las primeras décadas del siglo XXI se recordarán como las del gran impacto del scouting en el fútbol. La de la consolidación definitiva de los analistas dentro de los organigramas de los staff deportivos en los equipos.