Autor: Benjamin Black
Edición: Santillana, Madrid 2007
«Dublín, años cincuenta. En un depósito de cadáveres, una turbia trama de secretos familiares y organizaciones clandestinas comienza a desvelarse tras el hallazgo de un cuerpo que nunca tendría que haber estado allí. Una oscura conspiración que abarca ambos lados del Atlántico y que acaba envolviendo en un siniestro abrazo, inesperadamente, la vida misma de todos los protagonistas» (de la contraportada).
El primer libro que leí de Benjamin Black, Muerte en verano, no me gustó y este, el segundo que leo, tampoco. No conecto con el forense Quirke ni con el ambiente irlandés de las novelas. Una pena, porque las ediciones son buenísimas y la experiencia lectora es muy agradable.