Elisa Lecrerc murió la noche del 14 de agosto de 1985 en Isla Malva. Todo el mundo coincidió entonces en que la causa de su muerte fue el suicidio.Veinticinco años después su hija Sara Lecrerc, una joven actriz que acaba de ganar su primer Goya, descubre una carta escrita por su madre el mismo día de su muerte. La carta iba dirigida a su amiga Isabel Bellver, pero jamás fue enviada. En la carta, Elisa asegura tener pruebas acerca de una serie de brutales crímenes cometidos contra niños durante la primavera y verano de ese mismo año. Poco después de la muerte de Elisa, la policía encontró pruebas concluyentes en poder de un pedófilo al que seguía la pista. El supuesto asesino fue juzgado y enviado a la cárcel; dos semanas más tarde un recluso lo asesinó.Tras el hallazgo de la carta, Sara descubre casualmente que un desconocido llegó a la isla y se marchó poco antes de la muerte de su madre, pero nadie quiere o no es capaz de recordarlo…Decidida a descubrir la verdad, Sara escarbará en el pasado e intentará unir las piezas de un puzle olvidado en el tiempo. Pronto descubrirá que está sola en su búsqueda y que nadie a su alrededor es quien parece ser.
No soy muy aficionada a las novelas de suspense/thriller/policiacas pero de vez en cuando un argumento me llama la atención. Cuando Antonio Aparicio se puso en contacto con Historias Susurradas proponiéndonos leer su novela El secreto de Elisa Lecrerc, sentí curiosidad. He de admitir que tuve que empezarla dos veces ya que el autor me mandó su historia en formato e book y al poco mi lector se averió y hasta hace muy poco no tuve oportunidad de leer la novela. De modo que desde aquí pido disculpas al autor por mi demora en publicar la reseña de su historia. La novela se inicia con una visita; Sara se reúne con su hermano en la casa de la Isla Malva dónde pasaron los veranos de su infancia hasta 1985, años en el que su madre se suicidó. Desde entonces la familia no ha regresado y la casa ha permanecido cerrada. Durante esa visita, con motivo de una posible venta, llega a manos de Sara una carta de su madre que nunca fue entregada a su destinataria, su amiga Isabel, y donde Elisa Lecrerc asegura disponer de una información que pone en peligro su vida. Sara, en contra de la opinión de su hermano, empieza a investigar y descubre que en 1985 tuvieron lugar una serie de asesinatos de niños que conmocionaron al país. La convicción de Sara de que Elisa nunca se suicidó se confirma con esa misteriosa carta y decide ir hasta el fondo de ese misterio para esclarecer las circunstancias de la muerte de su madre. Durante su periplo Sara conoce a la sobrina de Isabel, Cristina, quien la ayudará en sus pesquisas. De Madrid a la Isla Malva, pasando por Barcelona y Gijon, Sara indagará en los retales del pasado codeándose con personas que harán lo posible por impedirle averiguar la verdad. La narrativa en tercera persona permite conocer en profundidad a la protagonista y a los diferentes personajes con los que se va cruzando, ya sea en su físico como en su desarrollo psicológico, aunque Sara es la que mejor llegamos a conocer, lo que es lógico ya que es la protagonista. Al principio Sara me parecía muy hermética, sin embargo, a través de sus sentimientos, los recuerdos de su madre, el dolor de haber perdido a alguien tan relevante en su vida o los sentimientos provocados por los descubrimientos que van surgiendo la humanizan mucho. En cuanto a los personajes segundarios, están bien estructurados y resulta sencillo hacerse un perfil de cada uno ya que los ha dotado de mucho realismo. El personaje segundario qué destacaría es Cristina, la sobrina de Isabel. Elisa Lecrerc mantuvo una estrecha amistad con Isabel, dos décadas después Sara descubre en Cristina una aliada en su investigación, así como a una amiga. Ambas se complementan a la perfección ya que el carácter directo de Cristina consigue sacar a Sara de su cascarón. Sólo tengo una duda con respecto a esa amistad que se inicia de inmediato y es la ambigüedad de los sentimientos que parecen aflorar. No he entendido a donde quería llegar el autor. La novela ofrece grandes dosis de suspense que mantiene el vilo al lector hasta el final. Con acierto el autor sabe desgranar la información en su justa medida de manera que la tensión se mantiene y aviva la curiosidad. El estilo es directo y sencillo, lo que hace la lectura amena con mucha acción y diálogos que agilizan la interacción entre todos los involucrados en escenarios que en muchos casos nos pueden resultar familiares. No cuesta nada visualizar con precisión lo que se lee ya que el autor ofrece en este sentido mucha autenticidad a unos acontecimientos bien contextualizados.
Durante mi lectura iba sacando mis propias conclusiones pero el desenlace me pilló desprevenida. Como he dicho, no soy aficionada en este género, pero a pesar de mi accidentada lectura la primera vez que intenté leerla, volver a empezarla y llegar hasta el final ha sido una grata sorpresa que he disfrutado hasta el final. Apenas si tengo referencia para saber si ofrece todo lo que se espera de una novela de suspense, pero a mí me ha convencido. El único detalle que me ha resultado repetitivo y poco relevante para la historia es la insistencia del autor en dejar patente el tamaño de los pechos de Sara. En algunas escenas reconozco que me salía el suspiro de: “otra vez no…”. En cuanto a todo lo demás: personajes, trama, desarrollo y desenlace, El secreto de Elisa Lecrerces una novela a la que se le puede dar una oportunidad si te gustan los misterios basados en el pasado.