Revista Cine
He visto Mujer Bonita un millón de veces. No se porque me gusta tanto, los domingos como a esta hora cuando es inevitable pensar que tengo que volver “a mi vida” de lunes y de oficina, la pongo para relajarme, para descansar de la lista de pendientes del dia siguiente, los recuerdos de las colas y las obligaciones que me esperan.
El cine es un sillón mullido, una cama caliente y limpia, un beso del hombre que te gusta, el cine es confort. ¿Por qué? Porque buscamos en el cine aquello que en la vida nos es ajeno o que en pantalla grande es mejor: nuestros sueños, esperanzas e ilusiones. El cine es perfecto porque solo cuenta epopeyas, solo muestra situaciones arquetípicas, la vida magnificada. Lo tedioso y largo en la existencia, la resolución de algún conflicto se comprime en dos horas, resuelto.
Recuerdo a Ricardo Darín especialmente por Nueve Reinas, la película genial del fallecido director Fabián Bielinsky. Darín quizás es uno de los actores argentinos más conocidos: El aura, Kamchatka, El hijo de la novia, Perdido por Perdido, entre otras. En “El secreto de sus ojos” vuelve a protagonizar un film junto a Soledad Villamil (lo hicieron juntos en “El mismo amor, la misma lluvia) y bajo la dirección de Juan José Campanella (con quien ya había trabajado: El hijo de la novia, Luna de Avellaneda, El mismo amor la misma lluvia...).
La belleza de “El secreto de sus ojos” te aletarga, no te deja pensar, no te permite explicar racionalmente de un modo global lo que acabas de ver –y mucho menos de sentir- una vez leí que Stanley Kubrick dijo que de libros geniales no se podía hacer buenas películas, le tomo la palabra para afirmar que de películas geniales no se puede hacer buenas críticas, te quedas corto, el discurso se vuelve exiguo, predecible.
Este es uno de esos casos, seré obvia cuando hable de las cualidades histriónicas de Darín (que no deja de sorprender) o lo entretenida de la trama, lo profundo de los planteamientos y la riqueza de los diálogos que te sirven para mucho más que lo evidente, seré torpe si describo lo conmovedora de una historia que supera a la trama que se nos cuenta, porque debajo de las circunstancias del relato subyace una emoción (mas que una idea es una emoción) que te permite creer que el amor se vuelve mucho más verosímil (en el cine) si se abraza de la torpe e irresoluta imposibilidad que a veces si posee en la realidad.
No vale la pena hacer spoiler, para comprender hay que verla.
El secreto de sus ojos ganó el Oscar como mejor película.
Calificación: 10/10