Revista Medio Ambiente

El secreto II: El arte de interrumpirte a ti mismo

Por Valedeoro @valedeoro

un cambio temporal

Si pudieras empezar desde cero, ya estarías a mitad de camino, creando los hábitos necesarios para triunfar en tus proyectos. Y aunque el argumento del “yo (no) soy así” ya no es válido, es verdad que hay hábitos del pasado que pueden complicar tus avances. Tu propósito de levantarse a las 6:30 de repente se choca de cara con tu viejo hábito de “cinco minutitos más”.

A las seis de la mañana, los cambios parecen un mal sueño

Cada mañana, en el momento que suena tu alarma, las neuronas en tu cerebro llegan a una bifurcación con dos opciones: si giran a la derecha, cogiendo la carretera de siempre, te darás la vuelta para dormir otros cinco minutos más. Cinco minutos, que como tu bien sabes, rápidamente se convierten en media hora o más. Si giran a la izquierda, te levantarás para empezar tu día tal como lo habías planificado.

Resulta que en este momento el camino de la derecha se parece a una autopista de última generación: asfalto liso, tres carriles amplios y sin límite de velocidad. El camino de de la izquierda parece un sendero poco transitado con raíces y otros obstáculos en el camino. Tu cansancio matutino tampoco ayuda, así que tus neuronas no se entretienen mucho tiempo con la opción sendero. Simplemente vuelves a dormir.

Cambiar un hábito es como re-naturalizar una carretera

Te adelanto que es imposible eliminar un hábito. La carretera ya está construida, está muy visible y probada. Para poder construir una via alternativa hace falta una señalización clara e inequívoca y quizás hasta una barrera para evitar que sigas por el camino de siempre. En el momento de cambiar un hábito, tu cerebro se enfrenta a dos tareas paralelas: estás construyendo nuevas conexiones neuronales y dejas de utilizar conexiones ya existentes.

“Dejar de utilizar” no es una actividad tan pasiva como puede aparecer. De hecho tienes que introducir todo tipo de señales y recordatorio para que tus neuronas se crean lo del cambio de hábito. En la duda, tus neuronas siempre irán por el camino más fácil, así que tu reto será: eliminar la duda y facilitar el nuevo hábito lo máximo que puedas.

La preparación de la bifurcación: decisiones conscientes

Si quieres cambiar un hábito existente, es crucial que sepas cuál es el punto de partida del hábito. ¿En qué momento puedes interrumpir tu acción automática para tomar una decisión consciente?

Si quieres levantarte más temprano, la acción automática quizás sea presionar el botón del móvil para postergar el alarma. Si pones el móvil en la cocina, eliminas el automatismo y mañana podrás decidir si volver a la cama o prepararte el desayuno.

Si quieres escribir más, la acción automática quizás sea de dejar de escribir después de un artículo. Si te comprometes con otras personas de aportar escritos tuyos cada dos semanas, eliminas el automatismo de solo escribir para ti y tienes alguien que cuenta con tus creaciones.

¿Qué hábito quieres cambiar? En qué punto puedes interrumpir tu acción automática para reconducir tus neuronas?


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