El secreto mejor guardado de los grandes escritores

…al fin conoceremos la fórmula perfecta.

Llevo mucho tiempo leyendo a muchos autores: blogs, twitter. Tanto mis favoritos, como los menos. Tanto los de ciencia ficción y fantasía como los de novela realista. Todos ellos tienen una fórmula secreta para escribir buenos libros que se resume en una sola palabra: escribir.

Si esperabáis algo más elaborado, pues no lo encontraréis en este post, pero ahí está la clave de todo. Escribiendo uno aprende las siguientes cosas:

• A repetir y repetir cuando uno ha escrito algo mejorable.
• A frustrarse (sí, uno tiene que aprender a frustrarse, sino te vas agobiar con cada frustración).
• A conocer mejor a las personas (para poder escribir los personajes mejor formados, más reales).
• A conocerte mejor a ti mismo, aunque no te guste.
• A estar en silencio (a eso también hay que aprender).

Y lo más importante que uno debe aprender al escribir es a perseverar. Un escritor que no termina un libro NO ES UN ESCRITOR. Hay mucha gente que quiere escribir, pero no todos tienen las ganas y la pasión necesaria para ello. Esa es la fórmula mágica: si quieres terminar tu libro dedícate a escribir. A partir de ahí puedes encontrar muchas ayudas, pero ninguna ayuda si no quieres escribir.La técnica mejora con el tiempo, los argumentos evolucionan con la persona, las letras van adquiriendo su propio estilo con el tiempo, pero la pasión y el amor a la escritura no lo enseña nadie.¿Por qué hablo de algo tan obvio?Como decía en el primer párrafo, me gusta leer lo que dicen otros autores más allá de sus libros, y muchos insisten en que un escritor tiene que escribir. Lo cual me lleva a dos reflexiones:

1. Que a ellos mismos les cuesta ponerse a escribir. No es nada fácil sacar tiempo, y cuando tienes tiempo, a veces cuesta incluso sacar ganas y fuerza de voluntad. (Nuestros escritores también son personas de carne y hueso, ¿te lo puedes creer?)
2. Que la única manera de romper el círculo es ponerse a escribir. Basta de excusas, basta de procrastinar, basta de no estar en el mejor momento para escribir. Cualquier momento es bueno, incluso en el tren de camino al trabajo.

Así que deja de quejarte y ponte los guantes de escritura. Dale al coco con esa idea que te ronda por la cabeza y después dale a las teclas. Y cuando hayas terminado… ¡enhorabuena! ya puedes llamarte Escritor.