El secreto que nadie te cuenta para que las cosas funcionen

El otro día me contaban la historia de una chica cuyas relaciones se frustraban una y otra vez. La historia nos suena a todos. Chica que conoce a chico. Ella se emociona, pero rápidamente quiere que todo evolucione. Pero no evoluciona. Y menos en el tiempo que ella quiere.

Ella lleva instalado el chip “si él se acuesta conmigo y luego no quiere más, es que no soy válida.” y además “todos los tíos son así”. Ellos llevan el chip de “si ella se acuesta conmigo he triunfado”.

No te voy a hablar de amor en este blog, ya me sirvo del blog “Parece amor pero no lo es” para analizar el amor. Pero me venía bien esta historia para ilustrar sobre los proyectos que queremos llevar a cabo pero se frustran y nunca salen como pensamos. Al final, los que emprendemos en pequeño, en los micronegocios de Internet, somos amantes. Amamos lo que hacemos, le ponemos pasión, nos comprometemos. Pequeñas historias de amor. Unas salen mejor, otras peor. No todo depende de nosotros.

Pero igual que en el amor, hay gente que todas las historias de amor se les frustran antes de empezar. Otras que vamos pasando de una historia de amor a otra. Unas duran más. Otra menos. Suelen tener patrones.

He tenido la suerte dado charlas, ponencias y cursos online de emprendedoras de conocer muchas historias. Hay quienes empiezan su primera aventura. Unas tienen años de relación con su negocio. Otras emprenden compulsivamente. Unas consiguen que cada negocio funcione un tiempo y cuando lo ven flaquear cambia…

Me he dado cuenta que realmente hay mucho en común en cómo tomamos el amor y cómo los negocios. Y cómo ambos son proyectos de vida. Porque más allá del romanticismo y enamoramientos varios, son proyectos de construcción de una forma de vida.

Sea como sea construir y que consiga prosperar los proyectos que tenemos de vida, requiere de varios factores.

PASIÓN

Sé que lo habrás visto escrito en infinidad de ocasiones. Y es muy cansado leerlo mil veces. Pero es que es así. Si algo no empieza por la pasión, seguramente no funcione. Realmente habrá relaciones de personas que se conozcan de años atrás y que pon… Diez años después se re-descubren y comienzan una historia brutal de amor. Existirá. Pero sinceramente, yo lo que he visto siempre es que salta esa chispa y a partir de ahí comienza la llama.

Y ahora la realidad. No siemrpe que hay chispa hay llama. Es así. La pasión no es sinónimo de que una relación funcione. Ni que te apasione algo va a conducir a un negocio de éxito. Quiero decir que funciona si hay pasión, pero no siempre que hay pasión funciona. Y esto es así en una relación, en un negocio y en muchas cosas. No hay más. Asúmelo.

¿Entonces qué? Pues necesitas de más ingredientes para que pueda funcionar

ELIMINAR CREENCIAS DAÑINAS

Esta chica de la que te hablaba al principio se parece a tantas otras. Culturalmente nos van programando con una serie de creencias. Más adelante te desarrollo las creencias heredadas. Pero estas en concreto se comparten por un grupo amplio de la sociedad. Son creencias que te dicen qué es bueno o malo. Qué es normal o anormal. Qué debes o no hacer y qué debes o no permitir. Ni en el amor ni en los negocios puedes permitir que las normas vengan impuestas desde fuera. Innovar no es campo absoluto de la empresa. Innovar se hace en la vida.

Y por supuesto disfrutamos de los caminos. Disfrutamos del cuerpo. De descubrir.

Hacer cosas sin creencias limitantes. Es más rétate a poner a prueba esas creencia que limitan tu vida.

LA HERENCIA

Heredamos cosas en la vida. Este campo es uno de los que más he estudiado en este tiempo de retiro, entre otras cosas. Heredamos creencias y formas de hacer las cosas. Y lo peor es que no heredamos solo las cosas de éxito, sino también las que fracasaron.

Podemos mirar nuestro árbol familiar y ver malas gestiones de dinero. Malas gestiones de las relaciones.

Tenemos que ser conscientes de todo esto. Más adelante hablaré sobre estas herencias y dinero en próximos artículos. Creo que es un tema importantísimo de sanar para poder mejorar nuestra vida económica, aunque quizás te sirva para otras cosas.

CONSTRUCCIÓN

Las cosas no funcionan porque sí. No todo es responsabilidad del otro. Tenemos que rodearnos de las circunstancias adecuadas para conseguir lo que queremos. Pero no siempre están ahí, tenemos que construirlas. Construir antes de iniciar ese gran proyecto de vida y por supuesto después.

Hay que provocar a la vida construyendo torres donde hay montañas.

Podemos intentarlo. Podemos conseguirlo. Sobre todo podemos construir.

Se construye con ilusión, empeño, constancia.

PACIENCIA

La clave del fracaso para todo lo que inicies es ser cortoplacista. Es quererlo todo perfecto y quererlo ya. Porque no es así como funcionan los proyectos más sólidos en la vida. Se requiere de cimientos fuertes y para eso es bueno tomar el tiempo necesario para construirlos. Pero eso implica CONSTRUIR, no quedarse de brazos cruzados esperando que las cosas sucedan. Necesita de hacer y mover. Generar movimiento positivo siempre para que un proyecto de vida pueda florecer.

CONFIANZA

La forma más rápida de boicotear un proyecto de vida viene a ser no creer en él. Pensar que no va a funcionar. Que no lo mereces. Que no eres suficiente para él. Que no estás a la altura.

Créeme si te digo que no confiar no es útil. Así de simple como te lo digo. Te parecerá una absurdez que te diga “confía” o “confía en ti”.  Pero cree si te digo que si no confías en lo que estás haciendo te vas a boicotear.

Lo llaman también la profecía autocumplida. De tanto decir que no puedes generarás las condiciones necesarias para fracasar.

ADELANTE

Hazlo. El camino más rápido al fracaso está en no intentarlo. No hacer nada. Bueno, así nada saldrá mal… Porque no va a suceder nada.

Quizás sean muchos más los secretos de conseguir que las cosas funcionen. Pero estas son las fundamentales. Si no pones esfuerzo, constancia y confianza en lo que haces, no pasará nada.

Vive con pasión la vida.

Disfruta.

Y sobre todo, pon a prueba todo.

Y ya sabes, si te gustó este artículo, no te olvides de compartirlo en tus redes sociales. Puede que haya más gente de tu entorno que necesite leerlo. Las cosas de la casualidad funcionan así.