Daley Thompson y Carl Lewis fueron dos de los mejores atletas de su tiempo y acaso de la historia. Su domino en sus respectivas disciplinas fue incontestable pese a la competencia y ambos cosecharon récords del mundo y medallas en campeonatos del mundo y Juegos Olímpicos.
Aunque nunca compitieron frente a frente, durante sus años dorados rivalizaron sobre cuál era el mejor atleta del mundo. Daley Thomson lo tenía claro. Y no se refería a Tyson Gay frente a Usain Bolt.
• Daley Thomson no se hacía querer, la verdad; pero su carisma en la pista y sus logros atléticos revolucionaron la prueba del Decatlón, hasta entonces una especie de anacronismo dentro del mundo del atletismo y cuyo calendario pasaba prácticamente desapercibido frente a otras pruebas más populares.
Lo que nadie discute hoy en día es que el campeón de Decatlón es el deportista más completo. Y esa consideración se hizo posible gracias, entre otros, al carisma de Daley Thompson, que batió el record del mundo de la especialidad en 4 ocasiones y ganó 2 oros olímpicos (aunque ambos lo fueron en juegos boicoteados, eso no le resta un ápice a su supremacía, consolidada en los campeonatos de Europa alternos).
Algunas de sus mejores marcas en las diferentes disciplinas están a la altura de las que logran algunos especialistas.
Pese al tiempo transcurrido, su récord del mundo de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 sigue siendo la 5ª mejor marca de todos los tiempos. (Los 8797 puntos conseguidos se convirtieron en 8847 después del cambio de puntuación que se produjo en 1985).
A ello contribuyó decisivamente la presión de su rival, el alemán Jürgen Hingsen, que había batido el récord del mundo de Decatlón solo 2 meses antes, en una reunión de preparación para los Juegos. Otro alemán, oriental esta vez, Uwe Freimuth, también batió el record del mundo ese verano, solo 3 semanas antes de los juegos. Pero tuvo que rumiar en silencio su frustración porque el "bloque del este" boicoteó aquellos juegos.
Aquella marca habría permitido a Thompson ganar el decatlón en todos los Juegos Olímpicos posteriores, excepto Antenas 2004 y Londres 2012.
• Carl Lewis por su parte, fue el modelo de atleta competitivo y solvente, capaz de rendir al más alto nivel en las pruebas de 100, 200, longitud y relevos 4 x 100, gesta que ningún norteamericano consiguía desde el mítico Jesse Owens. Fue un auténtico "héroe" americano.
A pesar de sus éxitos, Lewis tuvo mucha competencia en la prueba de 100 m, aunque su nombre siempre irá unido sobre todo al de Ben Johnson por sus enfrentamientos en 1987 y 1988, y que terminaron como todo el mundo sabe.
Atleta longevo, consiguió batir el record del mundo de 100 m en 1991, en el mundial de Tokio.
Solo hace unas semanas, otro fuera de serie, Usain Bolt, arrebató al
Lewis el último récord que le quedaba: el de ser el atleta con más
medallas en unos campeonatos del mundo.
Y su gloria habría sido completa de no haberse cruzado en su camino un tal Mike Powell.
Especialista saltador de longitud, le arrebató, en los campeonatos del mundo de Tokio 1991, los 8,90 m. del récord del mundo de Bob Beamon en un concurso verdaderamente memorable.
Ese día "perdió el campeonato mundial de salto de longitud a pesar de realizar 4 saltos consecutivos de más de 8,80 m".
Con seguridad, fue el mejor concurso jamás realizado por un saltador:
1º salto: 8,68 (en ese momento, record de los campeonatos)
2º salto: nulo
3º salto: 8,83 (viento > 2,0 m/s, 2,3 para ser exactos).
4º salto: 8,91 (viento > 2,0 m/s). En ese momento, habría sido récord del mundo, pero el viento a favor de 2,9 m/s impedía homologar la marca más allá de permitirle ganar el concurso.
5º salto: 8,87. Powell alcanzó en su 5º intento unos increíbles 8,95, récord del mundo.
6º salto: 8,84.
Pese al tiempo transcurrido, en aquel concurso se realizaron 5 de las 7 mejores marcas vigentes de todos los tiempos: las 4 de Lewis por encima de 8,80 y el record del mundo de Powell.
Pero volviendo al tema que nos ocupa, Lewis y Thompson nunca compitieron uno contra otro porque sus especialdades eran direferentes. Aunque sí compartieron escenarios, páginas en prensa y minutos en radio y televisión. Hoy, seguramente, su rivalidad habría llenado también de ruido las redes sociales.
Y esa rivalidad alcanzó un punto álgido. La frase que da título a este apunte la lucía Daley Thompson en su camiseta de calentamiento en "más o menos" directa alusión a su gran rival del momento, Carl Lewis.
Y la palabra gay no era un apellido, sino un calificativo.
Y no se refiere, como imaginarán, a Tyson Gay, también gran
velocista, campeón del mundo en 2007 y, hasta hace dos meses, el segundo
mejor atleta (velocista) del mundo, el gran rival de Usain Bolt de cara
a los recientes mundiales de Moscú. El dopaje le ha apartado de las
pistas y privado a todos de un gran duelo.
Nos gustaría creer que aquellos eran tiempos en que calificar a alguien de gay estaba plagado de matices despectivos y que en estos tiempos de corrección política, esta escena sería imposible… pero si miramos hacia Rusia, por ejemplo, tenemos que concluir que no hemos avanzado mucho.
Al parecer, Lewis no volvió a hablar de y con Thompson hasta un fugaz encuentro en Pekín 2008 para comentar lo rápido que había corrido Bolt. Después de eso Thompson comentó: "I hadn’t missed Carl at all".
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Bibliografía:
• Daley Thompson in pictures: The scrapbook of a sporting legend.
• The champion that time forgot: Why do we find it so hard to love Daley Thompson?
• Perfiles de wikipedia de ambos protagonistas.
• El segundo mejor atleta es Gay.
• Breve historia del salto de longitud (El día que voló Powell).