Ya tenemos con nosotros el número de octubre de nuestra revista peregrina: El Senderín, de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León. La foto de la portada es de Beatriz y la escultura es El peregrino, de María Antonia de Lora.
Si se fijan en el pelegrín ¡está embozado! Y así nos van a tener por un tiempo a todos, pero vayamos con la revista.
La editorial de este mes refleja el desconcierto reinante; cuando ya el verano parecía concluir plácidamente nos pilló, a algunos de sopetón y a otros más avisados "la segunda ola". Y no hay manera de reanudar las actividades sociales e incluso se ha tenido que cerrar el local social donde se acogía a los peregrinos para informarles, y dotarles de planos, credenciales y lo que fuese menester. El concurso anual de fotografía ha sido un éxito aún mayor que años anteriores y las obras de lo más relevante.
Tocan elecciones, en España estamos votando cada dos por tres y eso es muy de agradecer. Hay que renovar la junta directiva y se espera y se confía en que todo el proceso electoral transcurra sin mayores impedimentos. Mascarillas al margen.
Buen Camino a todos.
Una iniciativa luminosa como pocas: La Luz del Camino, una mochila en homenaje a las víctimas de la enfermedad llamada Covid-19. Se sigue diciendo el covid, como si le conocieras de toda la vida y tomases chatos con él en el barrio pero, en fin, que es una enfermedad que se ha llevado a muchos ancianos por delante y ahí estaban mis compañeros de asociación para portar la mochila un pueblo tras otro. Y también un reconocimiento especial al peregrino infatigable: Paul Garland; nuestro inglés que nunca para y ora está en León, ora en Zamora, en Ourense...; muy agradecidos por su colaboración.
Luminosos deseos.
Un relato que me ha llegado al corazón, pues soy quijote hasta las trancas.
Has de saber hermano Sancho que el mejor manjar es una buena hambre. ¿Cuántas veces me lo diría mi abuela? Y cuánta santa razón tenía. ¡no se lo pierdan!
Recordando los 25 años que lleva nuestra asociación desde que se fundó comparto algunas reflexiones de Amelia, que es con la que me hice socio y con la que más he compartido "movidas peregrinas" Ella provenía de la Asociación Astur-leonesa de Amigos del Camino de Santiago y recuerdo uno de los empeños en común de los que intenté sacar adelante: que el Camino de San Salvador fuera proclamado Patrimonio de la Humanidad, pero no se logró. Por..., causa de unos papeles guardados en un cajón. Y mira que en Oviedo lo tuvimos en la mano, que solo restaban cuatro actuaciones puntuales en la zona asturiana, que más documentado, más histórico, no podía ser y estar. Pero... la burocracia. Y hasta hoy día.
Otro encanto de mujer que se dejó la piel por intentar sacar adelante el Camino de San Salvador: Beatriz Gallego Martín; nuestra presidenta cuando lo dejó Amelia. Comenzó con Félix y Juan Carlos, ¡el mayor par de truanes peregrinos de aquí a Compostela! Los que se curraron el albergue de Samos, cambiando las literas por otras nuevas, cambiando los sanitarios y los lavabos, pintando los techos como si aquello fuera la capilla sixtina, ¡y qué gran presidenta fue Beatriz de nuestra asociación! Caritas Leonesa no sabe bien aún la joya que se nos marchó.
En la foto subiendo a La Collada de San Antón, me parece a mí, cuando pasamos de Buiza a Poladura de la Tercia en pleno invierno. A porfía, que a porfía no nos gana nadie, y cruzamos para promocionar el Camino de San Salvador en el mes de febrero del año 2006.
Una estupenda reflexión Al hilo de mis pasos, de Ana Cristina López Viñuela que no deberían dejar de leer. Aquí estamos de paso, es una etapa del camino esta vida, nos quedan por delante ¡las estrellas!
Un suceso luctuoso: el fallecimiento de don José Mariscal, el cura de Carrión de los Condes. Convirtió con más esfuerzo que dinero la casa parroquial en un estupendo Albergue de Peregrinos allá por el año 1996, y no paró un solo día en atenderlo, fuera invierno o verano, como un hospitalero voluntario. Albergue de donativo.
Los que en alguna ocasión disfrutamos de su hospitalidad y la de su hermana: doña Margarita ¡nunca lo olvidaremos! En los años 90 ya estaban allí, y no hay que decir más.
La despedida, por supuesto, es: De mis lecturas emocionales, esta vez titulado: ¡Una vela en la oscuridad!
¿Acaso estamos en "la noche oscura del Alma"? Desde luego desanimados y apaplados estamos bastante luchando contra un enemigo invisible que tiene nombre de risa: covid. Ni a un perro le haría yo eso, me parece escuchar a mis ancestros. Ahora todos somos personas 3-D: Desconocidas, Distantes, y Diferentes, en una perfecta Tercera Disolución. Ya no hay roces picarones entre jóvenes amorosamente ardientes, ¡no sin mi mascarilla!
Podríamos volver a los balcones de Sevilla y a rondar a las majas con guitarrones, pero ¿dónde se fue Don Juan? ¿Dónde los burladores de la muerte y tan solo al amor sometidos? Ahora todo es miedo a ser contagiado, ¿sino es de amor de qué has padecido? Te dirán cuando hayas fallecido. Ya ni en las bodas se puja por la liga de la novia, ¿esto es el fin de la humanidad? ¿de nuestra civilidad?
Recordar esto, amigos, hemos sembrado en El Camino de Santiago y no lo hicimos por nosotros, pues otros vendrán que buenos nos harán. Confiar.
Daniel Paniagua Díez