El sendero de los Guardianes Centenarios o el lugar donde habita la magia

El sendero de los Guardianes Centenarios o el lugar donde habita la magia

Sendero de los Guardianes Centenarios. ¿Puede haber nombre más sugerente para una ruta? ¿Quiénes son esos guardianes? ¿Qué protegen? Te invito a descubrir este atractivo camino que solo con nombrarlo ya desata la imaginación. Imagina qué ocurrirá cuando te internes allí…

• Tipo: Circular
• Distancia: 2,6 kilómetros
• Dificultad: Baja
• Accesible para: niños (todo el recorrido), personas en silla de ruedas e invidentes (el comienzo).
• Ruta detallada en Wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-a-pie/agua-garcia-35529774

Si viajas a Tenerife, es muy probable que en tus planes esté visitar Anaga, al norte de la isla. El espectacular Parque Rural de Anaga protege con mimo uno de los tesoros naturales más escasos del planeta, un bosque de laurisilva que atrae a los visitantes con la promesa de un escenario propio de cuento. Y lo cumple, pero…

Índice de contenidos:

• Dónde está el sendero de los Guardianes Centenarios
• Por qué es tan especial la ruta de los Guardianes Centenarios
• Cómo es la ruta: mapa, distancia, dificultad y atractivos
• Dónde comer en Agua García

Dónde está el sendero de los Guardianes Centenarios

… Más allá de Anaga, existe otro lugar en Tenerife menos célebre, pero capaz de ofrecerte otro paisaje propio de cuento. Te presento el sendero de los Guardianes Centenarios, la guarida secreta de la magia en Tenerife que, por miedo a ser encontrada en la famosa Anaga, prefiere esconderse en este desconocido rincón.

Esta sencilla pero evocadora ruta la encontrarás en el bosque del pequeño pueblo de Agua García, en Tacoronte, al norte de Tenerife. El sendero de los Guardianes Centenarios transcurre dentro del Paisaje Protegido de las Lagunetas y comienza junto al Centro de Información Patrimonial de Agua García que, actualmente, permanece cerrado. En el apartado ‘cómo es la ruta’ tienes un mapa detallado.

Por qué es tan especial la ruta de los Guardianes Centenarios

El propio nombre de la ruta ya da indicios de que esconde algo especial. Y en cuanto te internas en el sendero empiezas a sentir esos indicios. Rayos de luz que se cuelan entre los árboles creando un sugerente juego cromático, un silencio solo roto por tus pasos crujiendo sobre una alfombra de hojas secas en pleno verano, jirones de nubes enganchados en las ramas, el vuelo bajo y fugaz de lo que podría ser un búho cruzándose en tu camino y ella…la magia.

La magia que termina dormida recostada sobre un guardián centenario y arropada por un manto de musgo. La misma que, al despertar, aletea burlona convertida en mariposa y provoca en ti una involuntaria sonrisa.

Y luego están ellos: los guardianes. ¿Qué protegen? Los guardianes centenarios protegen con mimo una auténtica reliquia fósil de la naturaleza, un diminuto reducto de monteverde donde aún puedes pasear entre laurisilva. Este tipo de bosque húmedo se remonta al Terciario, hace más de veinte millones de años. Las glaciaciones destruyeron estas preciosas formaciones arbóreas dejando solo algunas pinceladas de laurisilva que resistieron en lugares privilegiados del planeta. Y tú, si te animas a hacer este sendero, pisarás uno de estos lugares. ¿Cómo no iba la magia a buscar refugio en un sitio así?

Laureles, brezos, fayas, tilos, tejos o naranjos salvajes son algunos de las cientos de especies distintas de árboles que forman esta selva milenaria habitada además por helechos, arbustos, hongos, líquenes, aves, insectos y la larga lista de seres que forman un ecosistema único. Arropada por la humedad de los vientos alisios y envuelta entre nubes es como se mantiene el verdor del monteverde.

Pero los auténticos protagonistas de esta ruta son los viñátigos, unos árboles propios de la laurisilva. En este camino encontrarás algunos ejemplares que se creen que alcanzan incluso los 800 años de antigüedad. Estos viñátigos son los guardianes centenarios que dan nombre al sendero. Dueños y señores de este bosque, vigilan su supervivencia desde la serena sabiduría que da longevidad. Y entre sus curiosos troncos y en los huecos de sus húmedas raíces es donde juega la magia al escondite.

Cómo es la ruta: mapa, distancia, dificultad y atractivos

La ruta de los Guardianes Centenarios es una ruta circular de unos 2,6 kilómetros de distancia y está perfectamente señalizado bajo la nomenclatura PR- TF 25.4. A la entrada, encontrarás un panel explicativo con un mapa que muestra con sencillez los distintos recorridos. A lo largo del camino encontrarás carteles y la clásica señalización PR amarilla y blanca. En este caso, atravesamos también por el área recreativa Lomo La Jara, cerrada por motivos de seguridad a causa del corononavirus (a 23 de julio de 2020).

Su dificultad es baja y el camino está perfectamente acondicionado, tanto es así que la primera parte de la senda está acondicionada para personas con movilidad reducida e invidentes. Estos primeros metros tienen también una barandilla de madera paralela al barranco de Toledo, cuyo cauce encontramos seco en el mes de julio.

Si estás buscando en Tenerife una ruta de senderismo para hacer con niños, la de los Guardianes Centenarios es perfecta. Además de ser muy accesible, sencilla y no tener grandes desniveles, el camino está plagado de alicientes que despertaran la imaginación de los más pequeños y les inspiraran mil y una aventuras. Si vas con bebés o niños muy pequeños, ten en cuenta que hay varios tramos con escalones, así que, olvida el carro y lleva una mochila de porteo. En este caso, el recorrido lo completamos en dos horas con un bebé de 18 meses que quiso andar gran parte del recorrido y un niño de tres años que lo hizo entero caminando.

El primero de todos llega nada más cruzar el puente de madera que salva el barranco de Toledo. A la derecha, verás uno de los ejemplares de viñátigo más longevos, tanto que se cree que tiene una edad similar al famoso Drago Milenario de Icod de los Vinos. Su gigantesco y peculiar tronco parece formar llama la atención por la cavidad formado bajo sus raíces.

Al lado del gigantesco y peculiar tronco de este viñátigo, está otro de los puntos claves del sendero, las cuevas de Toledo. También se les conoce como cuevas de vidrio dado que se excavaron en el S. XVI para extraer de ellas traquita, una roca volcánica que usaban para fabricar vidrio. Hoy en día, este laberinto subterráneo es un atractivo más de la ruta de los Guardianes Centenarios que, a los niños, les encantará.

Lo mismo les ocurrirá con las diminutas puertas que se irán encontrando en algunos recovecos del camino, cubiertas por musgo y rodeadas de un halo de misterio que hará que los más pequeños quieran buscar en ellas a la magia. ¿Serán el hogar de ninfas, gnomos o duendes?

Una de ellas es la entrada a la galería Madre del Agua que, desde luego, bien podría ser la casa de un cuento. Además su ubicación, junto a ‘La Cuna’, un viñátigo con nombre propio que se cree tiene unos 800 años, y una bella curva del sendero, hace aún más especial a esta construcción que aún surte de caudal.

Dónde comer en Agua García

Una vez finalizada la ruta, puedes acercarte a comer a pie, sin necesidad de coger el coche, a algunas de las opciones que ofrece el pueblo. Muy cerca está el restaurante La Sardinera II, en La Esperanza n°2, carretera General de Agua García, Tacoronte, que recomiendo sin dudar. En mi caso, entre los distintos platos pedidos, me encantaron las empanadillas de morcilla con queso de cabra que estaban deliciosas. Al igual que la carne, un generoso secreto a la brasa más que recomendable.