Por Ileana Medina Hernández
El ser humano "desarrollado" se caracteriza por: 1.- No quiere realizar trabajos físicos. Los trabajos físicos (agricultura, construcción, limpieza, hostelería...) son los peor pagados y los realizan mayoritariamente inmigrantes en los países desarrollados. 2.- No quiere reproducirse. La natalidad en los países desarrollados tiende a 0. 3.- No quiere ensuciarse. La percepción de la higiene y los productos de limpieza son cada vez más sofisticados, así como la sensación de contagio con el cuerpo del otro. 4.- No quiere envejecer. Rechaza los signos de envejecimiento y proclama la salud eterna como nuevo dogma. 5.- No quiere morir. (Y esta quizás sea la clave de todo). Acepta todo tipo de desarrollo tecnológico, intervenciones sanitarias preventivas, analíticas de control, técnicas de diagnóstico por imagen y finalmente, prótesis de cualquier órgano vital con tal de prolongar la vida y la esperanza de vida. 6.- Deja atrás la biología. A las personas que asumen los condicionantes biológicos se les acusa de "deterministas biológicos". Los roles y las funciones biológicas se diluyen en nuevos paradigmas "fluidos" y "trans". Trans- es el prefijo de transhumanismo. 7.- Prefiere lo inmaterial sobre lo material. Es decir, la economía tiende a la intangibilidad. El cerebro predomina sobre el cuerpo, las ideas sobre lo manual, el símbolo sobre la cosa en sí. 8.- La tecnología se desarrolla tal pareciera como si fuera ajena a nuestra voluntad. El desarrollo tecnológico no lo puede parar ni limitar nadie. ¿Indica o no indica esto un camino hacia el robot como siguiente fase de la evolución humana? Escribo esto en tercera persona, pero bien podría escribirlo en primera. No me excluyo ni me incluyo ni juzgo. Tampoco me pronuncio éticamente sobre la "bondad" o "maldad" de la tendencia del desarrollo. Solo constato que es así, que no depende de la voluntad humana y que parece inevitable.