El show de la Tortura

Hace un par de años estuve de visita por Toledo y me encontré con una exposición de instrumentos de tortura que he pensado que quizás os interese. Son unas herramientas muy macabras que da un poco de grima tener cerca y más pensando que las utilizaban en serio. ¡Ayyyy! La Inquisición española dejó una huella imborrable en la historia del país (y otros siguieron su “ejemplo”). La iglesia y la sangre han ido siempre unidas de la mano, con el poder de la palabra. El de la palabra no les era suficiente y para enseñar al pueblo, había que castigar si hacía falta, hasta la muerte. Y la muerte era espectáculo.

Voy a enseñaros algunos de esos instrumentos que me pusieron los pelos de punta.

* RUEDA DE DESPEDAZAR: Usada en crímenes muy graves. El reo, desnudo, era colocado en el suelo y con la propia rueda o con mazas se fracturaban una a una todas las articulaciones y los huesos de las extremidades; incluidas la cadera y los hombros. Se le daba comida y bebida hasta que las aves y su propia naturaleza acababan con su vida. Uno de los espectáculos favoritos de la plebe a juzgar por la cantidad de grabados que se conservan en los que se ve al público expectante. Fue muy utilizado en Alemania y Francia hasta el siglo XVIII.

* EL VIOLON DE LAS COMADRES: Como el violon simple, pero adjudicado a las mujeres chismosas y cosas parecidas. Las ataban, dejaban que aguantaran el peso y sufrir las rozaduras.

* EL APLASTACABEZAS: La presión que se ejerce por el casco al girar la manivela, acaba destrozando el cráneo y haciendo que los ojos salgan de las cuencas y no precisamente por sorpresa.

* SILLA DE INTERROGATORIO: Su propio nombre lo dice todo. La multitud de pinchos, más de mil, la convierten en un utensilio esencial para la sala de tortura, para infundir miedo. El interrogado se sentaba desnudo, el dolor infligido podía aumentar si se golpeaban o se apretaban las diversas partes del cuerpo contra los pinchos. A veces, el asiento era de hierro, de manera que permitiera el calentamiento por debajo con un brasero o con antorchas.

* MÁSCARAS INFAMANTES: Se colocaban para la humillación del preso, pero también suponían un importante castigo físico por su peso y por las rozaduras que causaba el llevarlas puestas.

* PERA ORAL: Podía usarse siendo introducida por la boca, por el ano o la vagina. Una vez dentro, se abría y sus pinchos del extremo desgarraban la carne…

* COLLARES: Colgantes pesados que ponían al cuello de la gente ludópata y se usaban para humillarles, acusando a la vez del tipo de juego al que estaban enganchado. También había collares de estos para los vagos y para quienes no querían ir a la iglesia.

* POTRO DE TORTURA: No, no es una cama para el relax y masaje…La víctima era atada por sus miembros y estirado hasta dislocarlos. Ni que fueran Boomer…

* ARMAS DE CARCELERO: Mejor no jugar con los carceleros, podían acabar muy mal…a trozos o pinchoteados.

* PICOTA EN TONEL: Este castigo era para los borrachos. Se les introducía dentro de este gran tonel. Su objetivo era parecido a los collares vistos antes, la humillación, aunque en este caso también el tormento de soportar su peso y las rozaduras que ocasionaba.

* DESGARRADOR DE SENOS: Aplicado a mujeres acusadas de brujería, blasfemia, adulterio, aborto provocado o cualquier otro delito. En Francia y Alemania se usaban, también contra las madres solteras sobre uno de los pechos. Las puntas desgarran completamente los senos, clavándose en su interior. Se aplicaban al frío o al rojo vivo.

* LA CUNA DE JUDAS: El objetivo era castigar psicológicamente al individuo. Se le colocaba sentado sobre el vértice de la pirámide (con la punta introducida por el ano o la vagina) y a la vez, atado con cadenas de arriba. Los torturadores podían tirar de los amarres para hacer que la precisión fuese mayor o menor. Los esfuerzos por permanecer en una postura lo menos molesta posible, junto con la humillación de estar expuestos de esa manera, suponían un gran tormento,, a parte del dolor de esa punta clavada ahí mismo.