El cristianismo primitivo era eminentemente compatible con el simbolismo religioso. Nacido en Oriente, y en el seno del judaísmo, que durante mucho tiempo había estado familiarizado con este lenguaje oriental universal, adoptó tipos y figuras como su modo natural de expresión. Estos formaron la urdimbre y la trama de las cortinas simbólicas del tabernáculo y el servicio del templo, prefigurando las grandes verdades del Evangelio. El Antiguo Testamento brilla con imágenes misteriosas. LEER MÁS »