El síndrome de la rana

Hay una anécdota que circula en los grupos que tratan la codependencia que consiste en vivir nuestra vida en función de los demás. Y dice así: "¿Has oído hablar de la mujer que besó a una rana? Esperaba que la rana se convirtiera en un príncipe. Pero no fue así, ella se convirtió también en rana."
A muchos codependientes les gusta besar a las ranas. Vemos tanto de bueno en ellas. Algunos de nosotros nos vemos crónicamente atraídos a las ranas, Las personas con adicciones o con otros trastornos compulsivos son gente atractiva. Irradian poder, energía y encanto. Te prometen el mundo. No importa qeu lo que nos den sea dolor, sufrimiento y angustias. Las palabras que dicen se oyen tan bien.
Si no lidiamos con nuestras características codependientes, las probabilidades de que continuemos siendo atraídos por las ranas será altísimo y además seguiremos besándolas. Incluso si lidiamos con nuestras características, podemos seguir inclinándonos por las ranas, pero podemos aprender a no saltar al estanque junto a ellas.
Si quieres saber si muestras características codependientes, a continuación te pongo una serie de patrones que suelen repetir:

• Tienes dificultad para identificar lo que sientes.
• Minimizas, modifica o niega lo que sientes realmente.
• Te percibes como una persona totalmente desinteresada y dedicada al bienestar de los demás.
• Tienes dificultad para tomar decisiones.
• Juzgas duramente todo lo que piensas, dices o haces, como algo que no es "lo suficientemente bueno".
• Te sientes avergonzado al recibir reconocimiento, elogios o regalos.
• No le pides a los demás que satisfagan tus necesidades o deseos.
• Valoras más la aprobación que te dan los demás por tu comportamiento, ideas y sentimientos que la que te das a ti mism@.
• No te percibes como una persona valiosa.
• Actúas en contra de mis valores e integridad para evitar el enojo o el rechazo de otras personas.
• Eres extremadamente sensible a los sentimientos de los demás y los incorporas como propios.
• Eres sumamente leal y permaneces en situaciones dañinas demasiado tiempo.
• Le das más valor a las opiniones y los sentimientos de los demás que a los tuyos y frecuentemente temes expresar tus opiniones y sentimientos cuando difieren de los demás.
• Dejas de lado tus propios intereses y pasatiempos para hacer lo que otros desean hacer.
• Crees que la mayoría de la gente no es capaz de cuidarse a sí misma.
• Tratas de convencer a los demás de lo que deben pensar o sentir.
• Te resientes cuando los demás no te dejan ayudarlos.
• Ofreces consejos y orientación a los demás, sin que se te pida.
• Te desvives por hacer regalos y favores a quienes quieres.
• Utilizas el sexo para ganar aprobación y aceptación.
• Tienes que sentir que "te necesitan" a fin de tener una relación con los demás.

Si tienes muchas de estas formas de ser implantadas en tu vida, entonces quizás padezcas el síndrome de la rana....
Provechosa semana!!