El Síndrome de Stendhal

El síndrome de Stendhal, también conocido como síndrome de Florencia, síndrome del viajero o hyperkulturemia, es considerado como un síndrome psicosomático que afecta a las personas altamente sensibles. Las personas que padecen este síndrome tienden a experimentar ciertas sensaciones ante algo que les estimula. Son personas que poseen una gran sensibilidad ante los estímulos externos y experimentan sensaciones ante una obra de arte, una película o un paisaje.

El origen de esta patología se encuentra en el sujeto que observa y no en el objeto que está observando. Este síndrome se produce cuándo contemplamos, en un reducido espacio de tiempo, una gran cantidad de obras de arte. Y se produce lo que podríamos llamar como sobredósis de belleza artística.

Historia del Síndrome de Stendhal

El síndrome de Stendhal fue acuñado por primera vez en 1979 tras un estudio realizado por Graziella Magherini que estudiaba las reacciones de un numeroso grupo de turistas ante diversas obras de arte. Magherini observó que los turistas experimentaban ansiedad y una sobrecarga sensorial tras observar obras de arte de la ciudad de Florencia. La psicóloga Magherini fue la primera que lo definió y categorizó como Síndrome de Stendhal.

Sin embargo, la historia de este síndrome se remonta al siglo XIX cuando Henri-Marie Beyle, escritor francés que usaba el pseudónimo Stendhal se trasladó en 1817 a la ciudad de Florencia. Stendhal fue el primero en escribir acerca de esta patalogía, que experimentó seducido por la belleza monumental y colosal de la ciudad italiana. Fue tras su visita a la Basílica de la Santa Cruz cuando describió las sensaciones y las emociones que experimentó:

Había llegado a ese grado de emoción en el que se tropiezan las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme.

Síntomas del Síndrome de Stendhal

Algunos neurólogos explican este síndrome como un placer mental excesivo producido por admirar demasiada belleza artística en un periodo de tiempo corto, que puede acabar convirtiéndose en un gran malestar. Algunos de los síntomas que padecen las personas que sufren este síndrome son: dolores de cabeza, sudoración, aumento de los latidos, mareos y visión borrosa; sumado a sensación de estrés, ansiedad e incluso alucinaciones. También pueden sufrir vértigo, crisis de pánico y sentimientos de euforia y depresión. Otros síntomas menos frecuentes son:

• Impulsos destructivos ante las obras contempladas. La persona teme perder el control y dañarlas.
•  Desorganizaciones psicóticas y presencia de alucinaciones.
• Estados de disociación duraderos y persistentes; amnesias psicógenas relacionadas.

La controversia del Síndrome de Stendhal

Muchos psicólogos y neurólogos rechazan este síndrome porque aseguran que muchos turistas están ya condicionados cuando conocen de antemano la existencia de dicha patología y, por tanto, el propio síndrome es el que sugestiona a los visitantes. Una parte de los detractores de este síndrome, aseguran que cuándo se acuñó el término en la década de los 70, la sociedad estaba inmersa en pleno proceso de mundialización con el consecuente aumento de viajeros a nivel mundial. Afirman que la excesiva divulgación de este síndrome podía estar ligada a intereses económicos.