Revista Fotografía

El sol se pone en el Peine del Viento

Por Imnophotog

Sunset over El Peine del Viento Al cruzar la playa de Ondarreta, ya dejando atrás la de La Concha, el caminante llega al final de la bahía, donde la montaña va a morir en el mar.
Y es de pie, en esas rocas, aguantando viento y olas, donde se encuentran las tres esculturas de hierro que forman el Peine del Viento.


Este conjunto fue creado por el artista Eduardo Chillida, el arquitecto Luis Peña Ganchegui y colocado en su angosto emplazamiento por el ingeniero José Elósegui, pues mover esas piezas (de más de 10 toneladas de peso cada una) no fue tarea sencilla. Y que, según palabras del propio artista, están destinada a terminar, con el paso de los años, absorbidas por el mar.

Llegamos a la zona por la tarde, a eso de las 5.El problema es que, a esa hora, las esculturas quedaban completamente en la penumbra, con lo que era imposible exponer "correctamente" las figura junto al cielo y el mar. Si os fijáis en la fotografía en blanco y negro, veréis a lo que me refiero.

A bull in San Sebastian

Una solución hubiera sido tomar varias fotografías con distintas exposiciones, y luego crear una fotografía mezclándolas con la técnica HDR. Pero, ya que iba cargado con un flash y disparador inalámbrico, decidí intentar hacer esa fotografía en una sola toma. Era la primera vez que intentaba equilibrar luz ambiente con la de flash, y me encontré con varias dificultades.
  • Primero de todo, debido a la velocidad máxima de sincronización del flash (1/160), tuve que cerrar el iris hasta f7, lo que me forzó a poner el flash a máxima potencia para que se viera su efecto (recordemos que el flash no se ve afectado por el tiempo de exposición, pero sí por la abertura). Esto me obligó a elegir la figura a la que podía poner más cerca el flash. Lo bueno es que, a medida que iba oscureciendo, el problema se atenuaba y me permitía utilizar aberturas mayores.
  • El segundo, que los Cactus v2s resultaron ser altamente inestables en las condiciones de viento y olas del lugar. Tomé muchas fotografías en las que el flash sencillamente no se disparó, pero mucho peor resultó que se disparara solo constantemente, y la espera posterior a que el flash se volviera a cargar a máxima potencia. Quizás hubiera mejorado si hubiera cambiado de canal...

Menos mal que mi compañera de viaje, Inés, tuvo la paciencia para aguantar tanta fotografía y para convertirse en mi TFAV (trípode para flash activado por voz) por unos minutos. Al final también hizo de modelo, pero tanto fallo con el flash creo que tampoco hizo que fuera una experiencia agradable. Pobrecilla.
La fotografía está hecha con un flash Cactus KF36, a máxima potencia y a máximo zoom, a la derecha de la cámara. Quiero pensar que la luz, aunque algo dura en las sombras, se asemeja bastante a la que recibiría la escultura en una puesta de sol.
Podeis leer más sobre el Peine del Viento en el siguiente artículo de El País.

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