En términos muy generales, la actividad solar sube y baja en un ciclo de 11 años, con fulguraciones, eyecciones de masa coronal y otros fenómenos energéticos alcanzando un máximo de actividad llamado máximo solar y un nivel mínimo del mínimo solar. Las manchas solares, son los marcadores de actividad magnética en la superficie del Sol, su observación proporciona una aproximación visual a la evolución que indica la evolución del ciclo. Las manchas suelen aparecer en gran cantidad en el máximo y desparecer todas en el mínimo. Pero el comportamiento de nuestra estrella no es tan predecible puesto que el último mínimo solar más reciente fue sorprendentemente profundo y prolongado, finalmente tocó fondo en torno a finales de 2008 más o menos.
El mínimo solar y su posible relación con el clima
Los físicos solares de los Estados Unidos que acudieron a la reunión semestral de la Sociedad Astronómica de Estados Unidos ofrecieron esta semana una serie de mecanismos para comprender mejor lo que le ha estado sucediendo al Sol últimamente, pero admitieron que formular respuestas definitivas o las respuestas más probables sigue siendo un asunto oscuro. Más allá de la comprensión científica, las motivaciones son obtener mejores predicciones de tiempo solar que pueden ayudar a proteger frente a posibles perturbaciones de la red eléctrica, daños a los satélites que orbitan la Tierra y contra las potenciales amenazas para la salud de los astronautas que plantean los aumentos de radiación.
Un investigador ha buscado pistas sobre el clima solar en el flujo meridional, que se mueve desde el ecuador hacia los polos solares, y que parece cambiar de velocidad durante la evolución del ciclo solar. Otro se enfocó en la corriente en chorro solar, un lento flujo que se origina en las latitudes medias solares y que se mueve en una corriente que se bifurca tanto hacia el ecuador como a los polos. Otro científico examinó el funcionamiento interno del Sol a través de la oscilación de las ondas sonoras se propagan a través del interior solar; otro observó mapas magnéticos para trazar el flujo de desplazamientos a través del sol.
"Creo que estamos casi totalmente de acuerdo en que se trata de un mínimo interesante", explicó David Hathaway de la Centro Espacial Marshall de la NASA en Huntsville, Alabama. Mediante varias mediciones de la actividad geomagnética, pasando por la debilidad de los campos magnéticos polares, la deflección por parte del Sol de los rayos cósmicos galácticos, se trata del mínimo más profunda de la historia, explicó Hathaway, pero no olvidemos que sólo tenemos registros fiables de unas dos docenas de ciclos solares. Hathaway se centró en el cambio de velocidades del flujo meridional, descubrió que el flujo era anormalmente rápido en el mínimo sucedido más recientemente. Pero, hablando de técnicas de pronóstico heliofísico, en general, advirtió sobre sacar conclusiones basadas en estadísticas con pocos datos. "Tenemos que tener cuidado con extrapolar lo que hemos visto en uno o dos ciclos a todos ellos", dijo.
Frank Hill del Observatorio Solar Nacional en cambio examinó la corriente en chorro, un flujo periódico de material que recorre el Sol de este a oeste y que se corresponde con el inicio y el final del ciclo solar. Con los datos heliosismologicos, que producen las oscilaciones acústicas en el sol, los investigadores pueden comprobar el avance de la corriente en chorro a una profundidad de aproximadamente 1000 kilómetros, permitiendo pronósticos del tiempo solar potencialmente mejores del "timing" del ciclo solar. Pero es "aún demasiado pronto para saber" si la corriente en chorro con puede predecir la actividad solar de forma consistente, reconoció Hill, considerando que la corriente podría ser una causa o un efecto del ciclo.
Su colega del National Solar Observatory Sushanta Tripathy también acudió a la heliosismología para investigar el reciente mínimo solar, descubriendo oscilaciones acústicas profundas dentro del Sol, efectivamente, existen dos mínimos separados: uno a finales de 2007 que no se corresponde con el mínimo de manchas solares, y otro en torno a finales de 2008 que sí lo hizo. En los datos anteriores, desde 1995 hasta 2007, los cambios de frecuencia en las oscilaciones se habían ajustado bien con el número de manchas solares. Y a menor profundidad en el sol, la actividad sísmica y las manchas solares estaban en fase también para el mínimo solar más reciente. A pesar de todo, el ciclo fue definitivamente inusual, añadió Tripathy.
Julia Saba de de SP Systems, Inc. y el Centro Espacial Goddard de la NASA, en Maryland, tenían otro enfoque, mediante el uso de mapas magnéticos para rastrear las diferencias regionales en el Sol. Su enfoque pronostica de manera precisa el momento en que se produjo el mínimo solar de 2008, con 18 meses de antelación, explicó la experta, pero reconoció que las previsiones se habían revisado desde una predicción anterior. Sobre la base de datos actual, Saba dijo que el próximo ciclo solar parece que iba a ser débil y prolongado. Pero podría cambiar completamente sus predicciones asumiendo "que el sol no cambiaría con nosotros otra vez."
Después de escuchar los planteamientos de sus colegas que investigan el comportamiento del Sol, Hill hizo un balance de un campo con muchas preguntas abiertas. "Mi impresión principal de todo esto es que estoy satisfecha de ver que todos estamos de acuerdo en que este es un mínimo interesante", señaló Hill. "Lo que no es tan gratificante es que no tengamos ni idea de por qué ninguno de estos efectos están sucediendo."
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