Revista Arte

El somormujo y la oropéndola

Por Peterpank @castguer

El somormujo y la oropéndola

Érase una vez, densa vez…

He aprendido a nadar en seco. ¿Por qué?. Resulta más ventajoso que hacerlo en el agua, llena, a veces, de cosas que flotan a fin de recordarnos lo cruel y lo poluto de la existencia hecha por Otros y vivida por uno mismo. No hay temor a hundirse pues uno ya está en el fondo, y por la misma razón se está ahogando de antemano. También se evita que tengan que pescarnos de noche, alevosamente, o en la claridad deslumbrante de un hermoso día de vernal tibieza licantrópica. Por último, la ausencia de agua evitará que nos hinchemos como pulgas saciadas de crúores y pasiones deletéreas.

No voy a negar que nadar en seco tiene algo de agónico. A primera vista se pensaría en los estertores de la muerte. Sin embargo, en eso se diferencia de ella, de la ebria mansedumbre que el final nos marca como una mórbida consecuencia trizada por azar: que al par que se agoniza uno está bien vivo, bien alerta, escuchando la música que entra por la ventana y mirando el gusano que se arrastra por el suelo en pos de hálito naranja o fruta podrida.

Al principio mis amigas y madres censuraron esta decisión. Se hurtaban a mis miradas y sollozaban en los rincones. La preocupación hacía mella en sus felices pasatiempos. Providencialmente, ya pasó la crisis. Ahora saben que me siento cómodo nadando en seco. De vez en cuando hundo mis manos en las olas de viento y les entrego un tiburón medio dormido que atrapo en las profundidades submarinas. Sigo sin Ser, pero el alma me vibra a cada instante.

________________________

Album :

Vitagen (limited), by Henrik Nordvargr Björkk


song : See Shadows


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog