Así es, aunque suene a rótulo de El Diario de Patricia, estamos de celebración y un día es un día. Tres años contigo, californiano o californiana. Tres años compartiendo canciones y vivencias. Tres años convirtiendo la música en palabra escrita… y la palabra escrita en música. Sé que la historia la conocéis, entre otras cosas porque al menos la habéis leído dos veces antes por aquí, pero no me quitéis la ilusión, al fin y al cabo esto sólo ocurre una vez al año y nos lo merecemos.
No recuerdo si eso fue antes o después de regresar al registro civil para castellanizar a la criatura, pero ocurrió. Además, los colaboradores no eran los únicos que seguían su camino. Con el paso del tiempo hubo otra mudanza. De la mano de un viejo colega como Phil comenzamos una nueva etapa dispuestos a descubrir las “infinitas” posibilidades de eso del Facebook, y hasta ahora.
Esto es sólo un resumen escrito deprisa y corriendo, pero cualquiera se puede hacer una idea de lo que tres años dan de sí. En estos momentos, y por decisión propia, el blog tiene el espíritu de sus orígenes. Atrás quedaron los millares de visitantes diarios y los más de cien comentarios en un mismo post. A cambio regresaron a la cabecera las olas, el mar, y salvo colaboraciones puntuales, y estelares, vuelvo a ser el único redactor, el jefe más crítico que hasta el momento he conocido. Pero sólo así El Sonido de California luce tal y como fue concebido un viernes de 2007, y eso es lo único que ha logrado mantenerlo vivo. Momentos buenos, no tan buenos y regulares, pero mientras haya cosas que nunca cambien y quien se interese por ellas, aquí siempre habrá alguien que continuará convirtiendo la música en palabra escrita…
Gracias